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Mundialmente conocida por su patrimonio arquitectónico y su rica historia cultural, Dresde es una de las ciudades más visitadas de Alemania y un destino ideal para aquellos que desean empaparse de su belleza barroca y renacentista. Situada a orillas del río Elba, la ciudad ofrece imperdibles vistas de sus monumentos y un ambiente cautivador.
Entre las mejores actividades que puedes hacer en Dresde se encuentran visitar el Castillo de Dresde, recorrer la Iglesia de Nuestra Señora, conocer el Puente de Augusto y explorar el barrio histórico de Neustadt, un epicentro repleto de color y cultura que destaca por su Callejón del Arte.
1. Visita el Castillo de Dresde
El Castillo de Dresde, también conocido como el Palacio Real, es un emblemático edificio que ha sido testigo de la rica historia de la ciudad y de la región de Sajonia. Su construcción se inició en el siglo XV como una fortaleza y a lo largo de los siglos ha sido ampliado y renovado en diversas ocasiones, incorporando elementos de estilos arquitectónicos como el renacimiento, el barroco y el neoclásico.
A pesar de los devastadores bombardeos que sufrió la ciudad durante la Segunda Guerra Mundial, el castillo fue restaurado meticulosamente y actualmente sigue siendo un símbolo del renacimiento cultural de Dresde. Asimismo, este sitio alberga instituciones culturales y museos, lo que lo convierte en un destino ineludible para los amantes del arte y la historia.
Una de las muestras más destacadas de este castillo se encuentra en el Museo de los Grabados y Dibujos, que incluye una sala de obras de artistas europeos, así como el Palacio del Príncipe Jorge, que muestra la opulencia que siempre caracterizó a la corte sajona. Además, el castillo es hogar de la colección de tesoros de la Cámara de los Príncipes, que incluye joyas, armas y objetos que pertenecieron a la realeza local.
La arquitectura del edificio es, sin duda, uno de sus mayores atractivos. Su fachada ornamentada con elaborados detalles escultóricos y balcones te dará la bienvenida a los lujosos salones y pasillos, que podrás conocer a fondo si decides reservar una visita guiada al Castillo de Dresde.
2. Recorre la Iglesia de Nuestra Señora de Dresde
Si quieres conocer uno de los sitios más fotografiados de la ciudad, no puedes dejar de visitar la Iglesia de Nuestra Señora de Dresde, conocida en alemán como Frauenkirche. Este edificio es uno de los monumentos más representativos de la ciudad y es un destacado ejemplo de la arquitectura barroca. Además, su gran cúpula, que alcanza los 91 metros de altura, la han transformado en una referencia del horizonte de este destino.
Frauenkirche no solo es conocida por su arquitectura, sino también por su rica historia. Después de ser destruida en 1945, las ruinas de la iglesia quedaron durante décadas como un recordatorio del conflicto, hasta que a mediados de la década del noventa el gobierno nacional promovió un ambicioso proyecto de restauración.
Dentro de la Iglesia de Nuestra Señora podrás visitar las esculturas, los frescos y el altar mayor de mármol. Asimismo, la acústica del edificio es excepcional, lo que lo convierte en un lugar popular para conciertos de música clásica y eventos culturales. Además, la cúpula ofrece una vista panorámica de la ciudad desde su plataforma de observación.
La ubicación de Frauenkirche también es ideal para explorar otros sitios cercanos. A pocos pasos de allí se encuentran la Plaza del Mercado, el Zwinger (un palacio barroco que alberga importantes colecciones de arte) y la Galería de los Viejos Maestros, que exhibe obras de artistas como Rafael y Rembrandt. Una de las mejores maneras de llegar a Frauenkirche es reservar una excursión en segway por Dresde, que incluye una parada en este sitio.
3. Maravíllate con los colores de Kunsthofpassage
Kunsthofpassage, mejor conocido como el Callejón del Arte de Dresde, es un complejo de calles peatonales que destaca por su arquitectura única y sus coloridos murales. Ubicado en el barrio de Neustadt, este lugar es un refugio para artistas, creativos y amantes de la cultura.
El Kunsthofpassage está compuesto por cinco patios interconectados que albergan estudios de arte, galerías, tiendas de artesanía, cafeterías y restaurantes, todo ello rodeado de una atmósfera bohemia que ha convertido a este callejón en un destino imperdible para quienes buscan experimentar el arte contemporáneo local.
La historia de Kunsthofpassage se remonta a finales del siglo XIX, cuando la zona fue desarrollada como un área residencial. Sin embargo, fue a partir de la década del noventa que comenzó a transformarse en un centro artístico. Artistas y diseñadores tomaron la iniciativa de revitalizar los edificios antiguos, dándoles un nuevo propósito con coloridos murales y elementos decorativos.
Uno de los puntos destacados del callejón es la Casa del Agua, famosa por sus canales que recolectan el agua de lluvia, creando un espectáculo sonoro cuando llueve. Además, en los patios se organizan exposiciones de arte, ferias y eventos culturales. Hasta allí podrás llegar en transporte público o al reservar un tour en bicicleta por Dresde.
4. Camina por la Terraza de Brühl, el Balcón de Europa
Una de las atracciones más fascinantes de Dresde es La Terraza de Brühl, conocida como el Balcón de Europa. Construida entre 1738 y 1843, esta terraza fue diseñada como un paseo para los aristócratas de la época y está situada sobre la muralla del castillo, lo que le otorga una posición privilegiada y ofrece vistas panorámicas amplias de la ciudad. Su nombre proviene del conde Heinrich von Brühl, quien promovió su construcción.
A lo largo de los siglos, la Terraza de Brühl ha sido un lugar de encuentro para locales y turistas, ofreciendo un respiro del bullicio de la ciudad. La terraza está adornada con jardines, esculturas y bancos, lo que la convierte en un espacio perfecto para pasear, relajarse y disfrutar de la belleza natural y arquitectónica de Dresde. Además, es un lugar ideal para sacar fotografías de este destino.
Por otro lado, cerca de la Terraza de Brühl encontrarás varios puntos de interés, como el Museo de la Ciudad de Dresde, la famosa Frauenkirche y la Ópera Semper, que también la convierte en un punto de partida ideal para explorar el rico patrimonio cultural de Sajonia. Asimismo, esta terraza suele estar incluida en algunas de las experiencias más llamativas de la ciudad, como es el caso del tour por Dresde con el vigilante nocturno.
5. Conoce el Desfile de los Príncipes
El Desfile de los Príncipes, denominado en alemán como Fürstenzug, es una de las obras de arte más famosas de Dresde y un símbolo de la historia de Sajonia. Este mural de azulejos, que se extiende a lo largo de una pared de más de 100 metros, representa a los duques y reyes locales desde el siglo XII hasta el XIX. La obra fue creada en 1904 por el artista Wilhelm Walther y está compuesta por aproximadamente 25.000 azulejos de porcelana.
La historia del Desfile de los Príncipes se remonta a una tradición de representación de la nobleza, que refleja la grandeza de la familia Wettin, que gobernó Sajonia durante siglos. Este mural no solo es un testimonio del linaje real, sino que también captura momentos históricos significativos y elementos culturales de la región.
Además de su significado histórico, el Desfile de los Príncipes se encuentra en una ubicación privilegiada, justo al lado del Palacio Real de Dresde y muy cerca del Museo del Transporte o de la Iglesia de Nuestra Señor y el Zwinger.
6. Visita el Museo del Transporte de Dresde
Si quieres conocer una de las mejores muestras de la ciudad, no puedes dejar de visitar el Museo del Transporte de Dresde, que combina una visión integral de la historia del transporte y la movilidad en la región de Sajonia y también en el resto de Alemania. Inaugurado en 1952, el museo alberga exhibiciones que contienen desde vehículos terrestres y aéreos hasta medios de transporte acuáticos.
En las salas de este museo podrás recorrer más de 100 años de historia del transporte. Las exposiciones incluyen locomotoras a vapor, tranvías, automóviles clásicos y aviones, cada uno de ellos con su propia historia que contar. Asimismo, uno de los aspectos más destacados es la colección de trenes, que incluye modelos antiguos que han sido restaurados y que ofrecen una mirada al desarrollo ferroviario en Alemania.
Por otro lado, si decides comprar entradas para el Museo del Transporte de Dresde podrás bucear en la ingeniería y en el diseño de los vehículos a lo largo de la historia, así como acceder a simuladores y videos interactivos que te permitirán descubrir imágenes de diferentes épocas.
7. Visita la Fábrica de Porcelana de Meissen
Si quieres visitar uno de los escenarios industriales más representativos de Dresde, no puedes dejar de reservar entradas para la Fábrica de Porcelana de Meissen, que se fundó en 1710 y es una de las más antiguas del mundo en su tipo. Situada a solo unos 25 kilómetros del centro de la ciudad, este sitio es famoso por haber sido el primer productor de porcelana en Europa y por ser el responsable de haber popularizado esta industria a nivel mundial.
En esta fábrica podrás conocer todo el proceso de producción de la porcelana. El recorrido incluye una visita a las instalaciones de fabricación, donde podrás observar a los artesanos en acción creando piezas que incluyen desde vajillas hasta esculturas decoradas. También encontrarás exposiciones sobre las técnicas tradicionales de pintura a mano y moldeado, y un repaso por la evolución de la forma de trabajo a lo largo del tiempo.
Asimismo, la Fábrica de Porcelana de Meissen también cuenta con un museo que alberga una colección de piezas históricas, entre las que se incluyen obras maestras de diferentes épocas, desde los elegantes servicios de mesa de la corte sajona hasta las elaboradas figuras decorativas de finales del siglo XIX.
8. Recorre el palacio barroco de Zwinger
El Palacio Barroco de Zwinger es uno de los más puros ejemplos de la arquitectura barroca en Europa. Situado en el corazón de Dresde, su construcción se inició en el siglo XVIII y en un principio funcionó como un recinto para celebraciones y eventos de la corte de Sajonia. A lo largo de los años, el Zwinger fue transformado en un complejo palaciego que albergaba una serie de jardines, fuentes y edificios que servían como un espacio de ocio para la aristocracia.
La utilidad del Zwinger ha evolucionado con el tiempo. A día de hoy se ha convertido en un importante centro cultural que incluía colecciones de arte y tesoros de la familia real sajona. Sin embargo, tras la devastación sufrida durante la Segunda Guerra Mundial, el Zwinger fue restaurado al detalle.
En el Zwinger podrás contemplar la arquitectura del edificio, caracterizada por sus fachadas, sus esculturas ornamentales y por sus jardines meticulosamente diseñados. Además, uno de los principales atractivos del Zwinger es su colección de arte, que incluye la Galería de los Viejos Maestros, donde se pueden ver obras de renombrados artistas como Rafael, Rembrandt y Vermeer.
Al Zwinger podrás llegar por tu cuenta en transporte público o también en el marco del tour en segway por Dresde, que incluye una parada en este sitio.
9. Relájate en el Parque Großer
El Parque Großer es uno de los espacios verdes más grandes de Dresde y un sitio que invita a los visitantes a disfrutar de la naturaleza y la tranquilidad en medio de la ciudad. Su historia se remonta al siglo XVIII, cuando fue diseñado como un jardín de caza para el elector Augusto II de Polonia. Con el tiempo, el parque se transformó en un oasis urbano donde tanto locales como turistas pueden relajarse y escapar del bullicio de la vida urbana.
El parque abarca más de 140 hectáreas y está adornado con praderas, senderos y estanques, lo que lo presenta como un sitio ideal para paseos, picnics y actividades al aire libre. Uno de los puntos destacados del parque es el histórico Palacio de Grosser Garten, un edificio que alberga un pequeño museo y una cafetería en la que los visitantes pueden disfrutar de un refrigerio mientras contemplan las vistas de los alrededores.
Otra atracción dentro del Großer Garten es el tranvía de Dresde, que propone un recorrido pintoresco por el parque y sus alrededores. Los visitantes también pueden encontrar áreas de juegos para niños, así como campos deportivos. Durante los meses de verano, el parque se llena de vida con eventos culturales, conciertos y festivales, lo que añade un ambiente animado y festivo al entorno natural.
Cerca del Parque Großer, los visitantes pueden explorar otras atracciones notables, como el Zoológico de Dresde, que aloja una variedad de animales y es un sitio ideal para disfrutar de un día en familia.
10. Descubre las vistas de Dresde desde el Puente de Augusto
El Puente de Augusto, que cruza el Elba, es uno de los más famosos de Dresde y un punto de referencia importante que conecta el casco antiguo con la orilla del río. Inaugurado en 1731, este puente se convirtió en una hazaña de la ingeniería de su tiempo y su construcción marcó un hito en la conexión de la ciudad, permitiendo un acceso más sencillo que promovió el intercambió comercial de la región.
El diseño del Puente de Augusto es un ejemplo notable del estilo barroco, con arcos y una decoración que incluye estatuas de figuras mitológicas y héroes de la historia sajona. A lo largo de los años el puente ha sido objeto de varias renovaciones, especialmente después de que la ciudad resurgiera de las cenizas tras los daños sufridos durante la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, a pesar de los cambios, ha logrado mantener su carácter histórico y su relevancia regional.
Una de las características más importantes del Puente de Augusto son las vistas panorámicas que ofrece. Desde su estructura podrás disfrutar de una vista completa del río Elba, así como de los edificios que adornan el horizonte de Dresde, incluyendo la icónica Iglesia de Nuestra Señora y el Palacio de Zwinger. Estas vistas son especialmente cautivadoras al atardecer y durante la noche, cuando las luces de la ciudad se reflejan en el agua y crean una atmósfera mágica.