Más acerca de: Qué ver y hacer en Heidelberg
Heidelberg parece una ciudad sacada de cuento por su laberinto de calles que te invita a descubrir las historias del Palatinado. Durante tu visita puedes convertirte en un vigilante nocturno y descubrir su impresionante casco antiguo, así como el Puente Viejo y el Paseo de los Filósofos.
No solo visitarás lugares espectaculares, también podrás disfrutar de paseos en kayak y en el funicular hasta Königstuhl. Si tienes tiempo, pásate por la exhibición Body Worlds y aprende un poco sobre el cuerpo humano.
1. Visita el Castillo de Heidelberg
Si quieres empezar con buen pie, considera visitar el Castillo de Heidelberg. Aquí puedes sumergirte en la interesante historia del conde palatino y visitar las ruinas de una antigua corte del Sacro Imperio Romano Germánico. Es una pieza clave de Alemania y te va a encantar su ubicación privilegiada sobre una colina, ideal para deleitarse con vistas panorámicas del río Neckar y de la arquitectura de la ciudad.
Después de guerras, terremotos y hasta la colisión de un rayo, muchas partes del castillo se han venido abajo. Sin embargo, es posible viajar al pasado en el Museo del Castillo a través de artefactos, obras y muebles que pertenecieron a los príncipes electores del Palatinado.
¿Te gustaría ver uno de los barriles de vino más grandes del mundo? Es posible si aprovechas una visita a la gran bodega del castillo que fue terminada en 1750 y tiene capacidad de almacenamiento para alrededor de 219.000 litros. Algo curioso es que el barril original se construyó en 1592 por Johann Kasimir, sin embargo se fue ampliando su capacidad y hasta se agregó una pista de baile en la parte superior.
Generalmente, almacenaba el diezmo de los viticultores de la región, los cuales donaban vino de baja calidad para las comidas del castillo y de los sirvientes. En la actualidad no almacena vino y se conserva como una atracción turística e histórica. Si quieres visitar este y otros lugares destacados puedes reservar un tour guiado por Heidelberg.
2. Explora el río Neckar
Si te apetece explorar Heidelberg desde una perspectiva diferente, te sugiero contratar un tour en kayak por el río Neckar. Se trata de una actividad emocionante que te permite deleitarte con las vistas panorámicas del famoso Castillo de Heidelberg, el Puente Viejo y el casco antiguo.
¡No te preocupes! Serás supervisado por un profesional y recibirás una breve sesión de entrenamiento, además te proporcionarán un salvavidas. Aquí pondrás a prueba tu fuerza mientras manejas las palas y trabajas en equipo. El paseo suele durar dos horas y es perfecto para disfrutar sin que se convierta en una actividad agotadora.
El río Neckar ha sido el escenario de historias muy curiosas como el famoso Hombre de Heidelberg, un hallazgo que aterrorizó a los alemanes en 1907. Según los lugareños, una mandíbula flotó en las cercanías del río y más tarde se descubrió que era uno de los primeros ejemplares de Homo Heidelbergensis, un ancestro humano que vivió hace más de 500.000 años.
3. Descubre los secretos del casco antiguo
Si quieres viajar en el tiempo y ver Heidelberg a través de un personaje histórico, te recomiendo reservar un recorrido con el vigilante nocturno. Esta actividad se ha convertido en toda una tradición y te permite conquistar las calles de noche mientras descubres las historias y leyendas más interesantes.
El recorrido lo encabezará un guía local vestido de vigilante nocturno, los cuales eran responsables de la seguridad de la ciudad durante la noche, especialmente en la época medieval. Por lo general, la ruta se sumerge en el laberinto de callejones del casco antiguo, donde puedes deleitarte con la Iglesia del Espíritu Santo que se ilumina y contrasta con el resto de edificios antiguos.
Vas a patrullar las calles para conocer la Plaza del Mercado y cómo estos personajes alertaban sobre los peligro, o verificaban que todas las murallas y puertas estuvieran despejadas.
4. Recorre el Paseo de los Filósofos
Si quieres conocer la ciudad, pero tienes poco tiempo o prefieres optimizar tu tiempo, considera contratar un tour en segway por Heidelberg. Este vehículo es muy fácil de conducir, por lo que resulta más fácil recorrer las calles y deslizarse por los callejones estrechos, gastando menos energía que si decides hacerlo a pie.
Este tipo de recorridos pasan por el Paseo de los Filósofos, que empieza en el Puente Viejo y se extiende ofreciendo miradores panorámicos y localizaciones que sirvieron de inspiración a los poetas del siglo XIX. Se considera una perla europea rodeada de vegetación exuberante con almendros, higos y castañas. A lo largo de este sendero alcanzarás a ver:
- Viñedos y bodegas urbanas.
- Ruinas de una antigua fortaleza celta.
- Thingstätte, un teatro antiguo al aire libre.
- Un templo romano dedicado a Mercurio.
- Los monasterios de San Miguel y San Esteban.
Generalmente, el paseo tiene una duración aproximada de 1 hora y 45 minutos, tiempo suficiente para ver los principales atractivos de Heidelberg. No importa si no has conducido un segway antes, pues al empezar el instructor ofrecerá una sesión informativa que te servirá para descubrir cómo equilibrar las ruedas, que se mueven automáticamente gracias a un sensor giroscópico.
5. Echa un vistazo a la exhibición Body Worlds
Una de las atracciones que no pasa desapercibida en Heidelberg es la exhibición Body Worlds. Aquí vas a sumergirte en una experiencia de arte, ciencia y educación sobre el cuerpo humano, así que es ideal para ir en familia. Vas a ver un montón de cosas curiosas, entre las que destacan:
- Cuerpo Reales. Descubre cuerpos disecados y el proceso de plastinación que permite conservar la anatomía a detalle, así como los diferentes sistemas que impulsan el funcionamiento corporal.
- Exhibiciones temática.s Por ejemplo, podrías descubrir el proceso de envejecimiento o cómo se forma la felicidad.
Para evitar las colas en la taquilla asegúrate de comprar entradas para la exhibición Body Worlds en Heidelberg con antelación. Por lo general, esta experiencia suele incluir un audioguía que te ayudará a comprender cada exhibición.
6. Sube en el funicular hasta Königstuhl
En esta ciudad es difícil quedarse sin planes, pero en caso de que no sepas qué más hacer, puedes subir al funicular de Heidelberg. A medida que asciendes podrás ver la ciudad y apreciar el río Neckar, así como los paisajes de postal que rodean la región.
Específicamente, tiene cuatro estaciones donde puedes subir y bajar libremente:
- Estación del valle de Kornmarkt, que conecta con el lado más romántico del casco antiguo y con el Puente Viejo.
- Estación del castillo, donde te recomiendo aprovechar la parada y sumergirte en la historia del castillo.
- Estación de Molkenkur, donde te esperan las rutas de senderismo más espectaculares, miradores con vistas a la ciudad y una pintoresca escalera de 1844.
- Estación Königstuhl, una colina a 550 metros sobre el nivel del mar con miradores, rutas de senderismo y áreas recreativas como la cetrería que ofrece vuelos sobre los valles del Neckar. Si vas con los peques, no te pierdas una visita al Paraíso de los Cuentos de Hadas, una atracción en medio del bosque que presenta espectáculos y encuentros con personajes de cuentos animados.
7. Cruza Alte Brücke, el famoso Puente Viejo
Alte Brücke es uno de los símbolos más emblemáticos de Heidelberg y tiene un ligero parecido al Puente Romano de Córdoba. Te va a encantar por su conexión histórica, ya que fue una obra del príncipe elector Carl Theodor en 1788.
Un paseo por este puente te permite movertedel casco antiguo al barrio de Neuenheim, y viceversa. A lo largo te esperan las ruinas de las antiguas murallas y las estatuas del príncipe Carl Theodor y de Minerva, la diosa romana de la sabiduría. Además, según la leyenda, tocar al Mono del Puente trae buena suerte.
Aunque fue construido con la finalidad de tener una plataforma resistente a las inundaciones, el puente original no resistió los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial. Lo que vas a ver en la actualidad es la reconstrucción de 1947, la cual es fiel al original y se realizó en piedra de arenisca roja.
8. Conoce las calles más bonitas de Heidelberg
Heidelberg es una ciudad famosa por sus calles llenas de encanto, asegúrate de visitar las más importantes. Si es la primera vez que vas o quieres asegurarte de que están en tu itinerario, ¡no te preocupes! Voy a contarte un poco sobre lo que te espera en cada una.
Hauptstraße
Hauptstraße es una arteria comercial y debe su fama a ser la calle peatonal más larga de Alemania. Si quieres verla de punta a punta, asegúrate de llevar deportivas cómodas y hacer al menos una parada para reponer energía en algún restaurante o cafetería. Durante un paseo por esta vía alcanzarás a ver la Universidad de Heidelberg y la Casa del Caballero, una antigua residencia burguesa.
Plöck
Es una calle estrecha, pero encantadora que conecta el casco antiguo con el Castillo de Heidelberg. Además, me parece más tranquila y menos concurrida que Hauptstraße, así que viene bien para disfrutar de un paseo en medio de una atmósfera íntima y acogedora. En este pasaje aún se puede apreciar la esencia de otras épocas y a lo largo de Plöck encontrarás tiendas únicas, galerías de arte y cafés muy originales.
Sofienstraße
Sofienstraße tiene un encanto único, pero es más moderna en comparación con el resto de calles que salpican Heidelberg. Me parece una parada atractiva para encontrar restaurantes auténticos, tiendas de moda y productos artesanales.
9. Descubre las historias de la Edad Media de la Plaza del Mercado
La construcción de la Plaza del Mercado data del año 1234 d.C. De hecho, es uno de los lugares más antiguos de Heidelberg y mantiene los planos originales. Ha sido testigo de un sinfín de historias de diferentes épocas, así como un punto comercial y cultural. De noche se ilumina y ofrece música callejera, mientras que de día puedes sentarte en las terrazas a comer o adentrarte en las tiendas de artesanías.
Aquí se celebran los mercados de Navidad y algunos festivales locales, además hay un montón de leyendas que puedes escuchar durante un recorrido guiado por la ciudad.
10. No te pierdas el Museo de Farmacia
El Museo de Farmacia es una atracción que deberías aprovechar. Tiene alrededor de 20.000 productos farmacéuticos que han inmortalizado los avances de la medicina a lo largo de los años.
Aquí puedes ver las máquinas que utilizaban para destilar pócimas o perderte entre las antiguas apotecas y echarle un vistazo a sus estanterías repletas de tarros misteriosos.
En la cúpula de la torre descubrirás cómo se veía un antiguo laboratorio farmacéutico y luego puedes vivir una experiencia sensorial en el Jardín Medicinal, el cual alberga un variado cultivo de plantas y ejemplares del siglo XVI. Aunque el museo está en las instalaciones del Castillo de Heidelberg debes considerar que la entrada es independiente.
11. Haz la ruta del vino en Pfalz
Explorar los rincones vinícolas que rodean Heidelberg es ideal para sumergirte en la producción de vinos alemanes y descubrir los secretos que le aportan un sabor diferente. Te perderás entre viñedos, colinas y encantadores pueblos mientras pruebas una variada selección de Riesling, una uva blanca originaria de la región del Rin.
No hay ada mejor que apuntarse a una ruta del vino por Pfalz, la famosa Toscana de Alemania. Me parece imperdible porque puedes visitar varias bodegas ubicadas a poca distancia entre sí. Además, este destino está a tan solo una hora de Heidelberg y a lo largo del recorrido vas a descubrir que los vinos de la región son bastante ácidos, en contraste con sus suaves aromas florales y afrutados.
Para disfrutar de una experiencia variada te sugiero un par de bodegas en Pfalz que son mis preferidas.
- Weingut A. Christmann: es una bodega familiar conocida por sus vinos biodinámicos, los cuales se producen con plantas 100% orgánicas sin manipulaciones, por lo que preservan su sabor original. En general, encontrarás propuestas de vinos macerados de los años 90 hasta la actualidad y una amplia selección de vinos jóvenes, maduros y los clásicos Riesling y Pinot Noir.
- Weingut von Winning: los vinos de esta bodega son un placer para el paladar y tiene una oferta variada de vinos secos y espumosos, Sauvignon Blanc, Chardonnay y Riesling.
Consejos para visitar Heidelberg
Heidelberg es una ciudad amigable con los turistas y los lugareños suelen ser hospitalarios. Sin embargo, no viene mal considerar algunos consejos para una visita amena y sin contratiempos.
- Transporte: Heidelberg es una ciudad bien conectada a través de buses turísticos, rutas urbanas y funiculares. Si consideras que vas a necesitar coger varios transportes públicos, asegúrate de sacar un billete diario que ofrezca viajes ilimitados durante 24 horas.
- Clima: por su ubicación geográfica se caracteriza por tener veranos suaves e inviernos fuertes con algunas nevadas, por lo que haz tu maleta en función de la temporada. Además, prepárate para afrontar los días lluviosos que suelen ser frecuentes.
- Seguridad: es una ciudad bastante segura y solo debes tomar las precauciones básicas, en caso de emergencia puedes llamar al 112.
- Calzado: lleva deportivas cómodas porque vas a caminar bastante, además hay muchos adoquines y subidas.
- Planificación: prepara tu itinerario con antelación y consulta la información imprescindible sobre horarios y entradas. Para ahorrar tiempo en taquillas, procura comprar las entradas con antelación. Considera que es una ciudad espectacular y merece la pena verla sin aglomeraciones, así que visita las zonas más populares por la mañana o durante los días de entre semana.
- Idioma: la mayoría de personas hablan alemán, así que viene bien aprender un par de frases y palabras básicas como Guten Morgen (¡Buenos días!), Wo ist...? (¿Dónde está...?), Danke! (¡Gracias!), entre otras. ¡Pero no te preocupes! En las zonas turísticas encontrarás personas que se comunican en inglés.