Las 8 mejores actividades al aire libre en Múnich

Múnich es una ciudad que se vive mejor en exteriores. En verano, los parques, los jardines cerveceros y las terrazas están llenos de vida, mientras que en invierno, la nieve cubre los paisajes y las excursiones a los Alpes se convierten en una experiencia inolvidable. Ya sea recorriendo la ciudad sobre dos ruedas, explorando castillos de cuento o descubriendo rincones históricos, aquí tienes algunas ideas para aprovechar al máximo tu viaje al aire libre.

Para quienes buscan entender la historia de Alemania en profundidad, la visita al Campo de Concentración de Dachau es una experiencia imprescindible. Este fue el primer campo de concentración nazi y hoy es un memorial de gran importancia histórica. Recorrer sus instalaciones con un guía experto te permitirá conocer las historias detrás de este lugar y reflexionar sobre el pasado. Está ubicado a solo 30 minutos de Múnich, lo que lo convierte en una excursión accesible y relevante.

Si hay una ciudad perfecta para moverse en bici, esa es Múnich. Con más de 1.200 km de carriles bici, recorrerla sobre dos ruedas es una manera divertida y ecológica de explorar sus calles, plazas y parques. Un tour guiado en bicicleta te llevará a lugares icónicos como la Marienplatz, el Jardín Inglés o la Hofbräuhaus sin prisas y disfrutando de la atmósfera local.

Si lo tuyo es la naturaleza, Zugspitze, la montaña más alta de Alemania, es una visita obligada. Con 2.962 metros de altura, ofrece vistas panorámicas espectaculares de los Alpes bávaros y una variedad de actividades según la temporada: senderismo en verano y esquí en invierno. Subir en el teleférico y ver cómo cambia el paisaje a medida que asciendes es una experiencia que no olvidarás.

A pocas horas de Múnich, el castillo de Neuschwanstein parece sacado de un cuento de hadas. Su arquitectura inspiró a Disney y su entorno montañoso lo convierte en un destino espectacular en cualquier estación. Muy cerca, el Palacio de Linderhof impresiona con sus elegantes jardines y su opulencia barroca. Ambos castillos ofrecen una escapada perfecta para conectar con la historia y la fantasía.

Si te fascina la Edad Media, no puedes perderte esta excursión. Harburgo, con su castillo del siglo XI, parece detenido en el tiempo, mientras que Rótemburgo, con sus casas de entramado de madera y calles empedradas, es uno de los pueblos más bonitos de Alemania. Pasear por sus rincones es como viajar al pasado y descubrir la esencia más auténtica de Baviera.

A tan solo un par de horas de Múnich, Salzburgo es una de las ciudades más elegantes de Austria. Su casco histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad, está repleto de iglesias barrocas, palacios y plazas con encanto. Puedes recorrerlo en una excursión privada o en tren, disfrutando de sus cafés históricos y de las impresionantes vistas desde la fortaleza de Hohensalzburg.

Si buscas una forma cómoda y divertida de recorrer la ciudad, un tour en segway es una opción perfecta. En poco tiempo, podrás visitar los principales puntos de interés, como la Odeonsplatz, el Maximilianeum o el Viktualienmarkt, sin cansarte. Además, moverte en segway te permitirá disfrutar del ambiente de la ciudad de una manera diferente.

Para cerrar el día, nada mejor que un rato de descanso en el Jardín Inglés, uno de los parques urbanos más grandes del mundo. Aquí puedes hacer un picnic, alquilar una barca en el lago o incluso ver a los surfistas desafiando las olas del río Eisbach. Si te apetece, también puedes disfrutar de una cerveza en la famosa Torre China, rodeado de un ambiente relajado y auténticamente muniqués.