Más acerca de: Qué ver y hacer en Casablanca
Casablanca es una de las ciudades más bonitas del oeste de Marruecos y su variedad de planes la convierten en una joya ideal para pasar unas vacaciones inolvidables. Al caminar por sus calles te podrás empapar de la cultura, historia y gastronomía marroquí, tanto en la Ciudad Vieja (Medina) como en la Ciudad Nueva (Habous).
Durante tu visita asegúrate de visitar la Mezquita de Hassan II, dar un paseo en camello y relajarte en un hamman. Además, por su ubicación geográfica es un excelente punto de partida para explorar otras ciudades importantes como Rabat, Tánger y Marrakech o sumergirse en las propuestas encantadoras del desierto Sahara. En realidad hay tanto para hacer y ver que te invito a sentarte y a disfrutar está guía con los imprescindibles de Casablanca.
1. Recorre el barrio Habous
Casablanca destaca como una de las ciudades más fascinantes de Marruecos, algo que comprobarás al caminar por el barrio Habous. En esta zona se levantan monumentos magníficos como el Palacio Real y el Palacio Mahkama du Pacha. Además, encontrarás una de las Medinas más organizadas, ideal para empaparse de la cultura en un ambiente tranquilo y agradable. Entre el ir y venir de la vida cotidiana puedes apreciar la arquitectura tradicional marroquí, pero con un toque más moderno.
Aunque sus zocos son menos frenéticos, siguen siendo un escenario ideal para regatear en los puestos de especias, souvenires, cerámica, aceitunas y artesanías. Algo que te va a encantar es que entre sus calles puedes ver artesanos trabajando y terrazas llenas de encanto donde locales y lugareños toman el té, así como probar dulces típicos en Bennis Habou, una pastelería de 1930.
Debes saber que esta ciudad se divide en la Ciudad Vieja (Medina), Ciudad Nueva (barrio Habous) y Casablanca Moderna (distrito financiero). Si te gustaría conocer todos estos lugares tan encantadores, puedes considerar reservar un recorrido guiado por Casablanca para disfrutar de un itinerario completo.
2. Pasea por la Medina Vieja
La Ciudad Vieja o la Medina Vieja es el contraste de Habous y es conocida por su influencia de la antigua ciudad de Anfa, así como por sus murallas, mezquitas antiguas, ambiente caótico y el barrio judío. Es un lugar fascinante con calles animadas y estrechas donde te sentirás estimulado por la variedad de colores, aromas de especias y el bullicio del comercio local.
Esta zona fue habitada por portugueses hasta el siglo XV y por los bereberes a lo largo del siglo VII. Y aunque fue el sultán Sidi Mohamed Ben Abdellah quien dotó de encanto sus calles y le dio un nombre a la ciudad, no se le puede quitar mérito a quienes la mantienen llena de alegría y vida: sus comerciantes y artesanos.
No te olvides de echarle un vistazo a la sinagoga Beth-El, al cementerio judío y a la réplica de la Torre del Reloj de 1908. Y si quieres verla de extremo a extremo, además de con un tour guiado, puedes reservar un tour privado por Casablanca, de esta manera conocerás su historia a través de un guía local y podrás diseñar el itinerario a tu gusto.
3. Explora el Mercado Central y deléitate con la gastronomía local
La gastronomía de Casablanca juega con ingredientes y técnicas de diferentes culturas. De hecho, en cada bocado se pueden apreciar las influencias árabes, bereberes y mediterráneas. Esto se traduce en una oferta que mezcla recetas tradicionales con sabores innovadores.
Al caminar por el boulevard Mohammed V vas a encontrarte con el Mercado Central, excelente para conseguir ingredientes frescos y disfrutar la sabiduría de los vendedores. También hay varios restaurantes informales para sentarse a comer rodeado del ambiente marroquí.
Luego, puedes seguir callejeando por la ciudad para probar todo lo que puedas, aunque te advierto que hay tantos platos apetecibles que es difícil elegir. Por eso, algunas personas prefieren reservar un recorrido gastronómico por Casablanca para sumergirse en las delicias locales y descubrir los secretos del zoco de aceitunas.
La ventaja es que este tipo de experiencias permiten sumarse a una degustación de más de 10 especialidades marroquíes, incluyendo platos dulces y salados como merguez (salchicha picante), té de menta, bocadillos fritos y Msemen (crepé marroquí).
4. Visita la Mezquita de Hassan II
En la famosa ciudad que mira al mar también tienes una visita obligatoria a la Mezquita de Hassan II. Este monumento te espera sobre la famosa península artificial de Casablanca y te va a dejar sin aliento porque parece flotar sobre el agua. Su minarete mide alrededor de 200 metros de altura y se puede ver desde cualquier lugar. De hecho, en su momento fue uno de los más altos e imponentes de los países árabes.
Durante tu paso por Casablanca tienes que aprovechar que es la única abierta a público no musulmán, algo poco habitual en el territorio marroquí. Incluso, permanece abierta durante el Ramadán, pero con horarios especiales. En su interior puedes ver la Sala de Oración y la Zona de Abluciones, donde se realizan sus rituales de purificación antes de orar. Además, tiene un museo destinado a aprender sobre su historia y la de Hassan II.
Si vas a reservar un recorrido guiado puede que venga incluida la entrada sin colas, pero para evitar inconvenientes es imprescindible llevar prendas que cubran los codos y rodillas, así como considerar que en la Sala de Oración hay que utilizar unas bolsitas con forma de zapatos que se proporcionan en la entrada. Además, está prohibido hablar fuerte o gritar, saltar y correr.
Otros imprescindibles
- Iglesia Notre Dame de Lourdes.
- La Corniche.
- Plaza Mohammed V.
- Parque de la Liga Árabe.
5. Apúntate a una clase de cocina tradicional
Si eres un apasionado de la comida marroquí puedes ir más allá de una ruta gastronómica y apuntarte a una clase de cocina. Cada clase tiene su encanto pero lo más popular es aprender a preparar tajín, cuscús, pan y dulces marroquíes, incluso personalizar el menú según los platos que cautivan tu paladar.
Puedes hacerlo a través de experiencias con chefs profesionales en restaurantes, en un riad (una casa tradicional marroquí) o apuntarte a talleres de pastelería marroquí en lugares como Ecole des chefs. Merece la pena para comer delicioso y llevarte nuevas recetas a casa, ya que suelen prepararse entrantes, plato principal, aperitivos y postre. Al finalizar podrás probar tus propias preparaciones y compartir la mesa con amigos, familia o con otros turistas que participen en la actividad.
6. Sal de compras por los zocos tradicionales
Los zocos son uno de los elementos más importantes de la cultura marroquí y en Casablanca tienes para elegir. Estos espacios son famosos para comprar productos muy variados y disfrutar de una experiencia cultural rodeado del bullicio, colores y aromas. Aquí se reúnen muchos marroquíes y es posible empaparse de sus tradiciones y presenciar espectáculos callejeros.
Considera que pueden ser en espacios cerrados, pero la mayoría se realizan al aire libre y es necesario regatear como un experto para llevarse los productos al mejor precio.
¡Pero no te excedas! El regateo es una tradición local y algo que puede ser divertido para ambas partes, siempre y cuando respetes el límite del precio justo y no insistas cuando los marroquíes no están dispuestos a seguir bajando. Para obtener una referencia lo mejor es preguntar en varios puestos. Dicho esto, en Casablanca encuentras varios y los más populares son:
- Zoco de las Aceitunas: quizás su nombre te dé una pista, pero aquí podrás probar aceitunas de todos los colores, aromas y texturas. Además será un choque de sabores porque hay desde las más dulces hasta otras picantes o salinas. Los vendedores suelen ser muy amables y ofrecen catas, así como explicaciones que te ayudarán a diferenciarlas.
- Derb Ghallef, es un hervidero de puestos ideal para comprar ropa, souvenirs y frutas de temporada. Además, tiene un mercado donde encuentras artículos electrónicos y productos de segunda mano.
- Mercado Central, es la mejor parada gastronómica que puedes hacer y aquí puedes admirar la vida cotidiana.
- Bab Marrakech, es el más nuevo y ofrece variedad de puestos de especias, artesanías, encurtidos y textiles, entre otros.
7. Relájate en un hammam marroquí
Para relajarte y sumergirte en las tradiciones marroquíes, considera disfrutar de una sesión de hammam. Estos spa tradicionales utilizan técnicas ancestrales para consentir al cuerpo y el ritual suele incluir baños en una sala caliente (bain chaud), una templada (bain tiède) y una fría (bain froid).
También puedes someterte a tratamientos estéticos y a rituales de purificación que se realizan con jabón negro y archilla marroquí (ghassoul). Además, mientras vas pasando de una sala a otra puedes pedir una taza de té de menta y socializar con tu grupo o compartir en salas comunes. Los lugares más populares para un baño árabe en Casablanca son Magic Spa y Arko Prestige Spa.
8. Asiste a un taller de artesanías
Al ver a los artesanos que ponen en práctica las tradiciones marroquíes en medio de las calles de Casablanca, es probable que sientas curiosidad por sus técnicas. ¡No tienes que quedarte con la duda! En esta ciudad se ofrecen varias opciones ideales para llevarse un recuerdo hecho por tus propias manos.
Taller de fabricación de cosméticos naturales
La cultura marroquí utiliza ingredientes naturales como el aceite de argán, el jabón negro beldi, el agua de rosas, la arcilla volcánica y el Aceite de Higo Chumbo. Además, los rituales de belleza marroquíes les permiten mantener una piel fresca y brillante.
Puedes aprender a fabricar cosméticos naturales con especialistas cosmetólogos que te enseñarán a preparar fórmulas, mezclar ingredientes y crear cremas personalizadas.
Taller de escultura en madera
Si quieres tallar madera con tus propias manos puedes inscribirte a un taller de esculturas en madera. Esta experiencia es enriquecedora y durante la clase puedes aprender a lijar y perfeccionar el acabado hasta que estés conforme con el resultado. Generalmente, se proporcionan los materiales y se utiliza cedro u olivo, maderas resistentes que perduran en el tiempo.
Durante la clase es posible que te cuenten un poco sobre la herencia artesanal marroquí. Además, no es necesario tener experiencia y cualquier duda puedes consultar con el instructor.
9. Maravíllate con Rabat, la capital de marruecos
La capital de Marruecos siempre te recibirá con una mezcla cautivadora de fachadas pintadas de azul y blanco, hospitalidad y amabilidad en cada rincón, monumentos donde el tiempo parece haberse detenido y jardines andaluces. Su Medina es una de las más exóticas del país y siempre está llena de vida.
Está a tan solo una hora de distancia de Casablanca y muchas personas aprovechan su estancia para reservar una excursión a Rabat, ya que es una experiencia única y de esta manera puedes ahorrar mucho tiempo y dinero.
Algunas de las paradas esenciales a realizar suelen ser:
- La Necrópolis de Chellah, con sus tumbas medievales y ruinas de una mezquita y de la escuela coránica Zaouia.
- El Mausoleo de Mohamed V.
- La Casba de los Udayas.
- El Palacio Real.
10 . No te pierdas Marrakech, la ciudad roja
Con un itinerario flexible también tendrás tiempo suficiente para reservar una excursión a Marrakech desde Casablanca. Está a tres horas de distancia, pero te prometo que merece la pena porque al llegar vas a alucinar, pues no es casualidad que se conozca como la más hermosa de Marruecos.
Si has estado en Andalucía inmediatamente vas a notar el parecido con ciudades como Córdoba y Sevilla, aunque tiene su propio sello por las casas, edificios y estructuras que parecen estar bañadas en tonos cobrizos. Su belleza se pronuncia al atardecer y hay varios lugares donde reunirse a disfrutar el espectáculo.
Las excursiones organizadas usualmente ofrecen un paseo en camello y la posibilidad de pasar por:
- La Mezquita Kutubia.
- El Palacio de la Bahía.
- La Plaza Jemaa el-Fna.
- El Palacio de la Bahía, un ejemplar de un riad marroquí.
- Las Tumbas Saadíes.
- La Medina.
11. Escápate a Tánger en tren de alta velocidad
Tánger es una de esas ciudades que son difíciles de olvidar y puedes aprovechar para reservar una excursión a Tánger en tren de alta velocidad desde Casablanca. Aunque está a tres horas en coche, está opción reduce el trayecto a dos horas y suele salir temprano para que puedas aprovechar al máximo.
Generalmente, el itinerario se prepara para que puedas disfrutar los lugares más bonitos y emblemáticos, pero si sobra tiempo puedes pedir alguna parada especial y seguramente el guía te va a complacer. Sin embargo, considera que las paradas suelen ser:
- La antigua Medina de Tánger.
- El Grand Socco.
- El distrito de Kasbah.
- El cabo Spartel.
- Las cuevas de Hércules.
- La tumba de Ibn Battouta
- El Museo Tangier American Legation.
12. Experimenta 10 días en el desierto del Sahara y las ciudades imperiales
Casablanca es un excelente punto de partida para aventurarse al desierto Sahara, pero necesitarás varios días para poder hacerlo. Por lo general, se recomienda reservar al menos 10 días, así que viene muy bien para un viaje multifacético por Marruecos. Puedes planificarlo por tu cuenta, pero si solo quieres relajarte o no conoces muy bien el país, es más cómodo y preciso reservar una excursión de 10 días al desierto del Sahara y a las ciudades imperiales desde Casablanca.
Este tipo de experiencias suelen incluir paseos en camello y tienen un itinerario completo con guía, alojamientos en hoteles, riads y campamentos bereberes en el desierto, así como varias comidas. Lo que sí es posible que tengas que pagar a parte son las entradas a los monumentos. Si te llama la atención, debes saber que los principales atractivos a visitar podrían ser:
- Casablanca.
- Rabat.
- Chefchaouen.
- Meknes.
- Fez.
- Zrou e Ifran.
- Merzouga.
- Desierto de Merzouga.
- Gargantas del Todra.
- Marrakech.