Qué ver y hacer en Taipéi

¡Bienvenido a la capital de Taiwán donde te espera una de las culturas más ricas del mundo! Sus calles son un cruce de la vida moderna con las tradiciones, donde es palpable la herencia china y japonesa. Para descubrirlo por ti mismo, deberías perderte por sus templos y mercados tradicionales.

En los alrededores te esperan tesoros ocultos como plantaciones de té, montañas volcánicas, cascadas y parques nacionales. Me atrevería a decir que la gastronomía es otro de sus puntos fuertes, desde el tofu apestoso (solo para valientes) hasta los irresistibles Xiao Long Bao. Te dejo una guía con imprescindibles para disfrutar al máximo de Taipéi.

Las ciudades asiáticas son famosas por sus templos y en Taiwán hay más de 1.200. De hecho, al caminar por el distrito de Wanhua podrás descubrir la belleza y riqueza histórica del Templo Longshan, uno de los más antiguos e importantes de Taipéi. Principalmente, se utiliza para adorar al Buda Guanshiyin, aunque también hay cultos para alrededor de 165 divinidades taoístas y budistas.

Tiene varios niveles y una decoración exquisita con esculturas de figuras mitológicas, puertas en alto relieve y salones de culto con lámparas tradicionales. Todos los días se pueden apreciar rituales y ceremonias religiosas, además es común ver a los creyentes encendiendo incienso o llevando ofrendas.

También se realizan rituales de purificación y la Danza del León que se reserva para fechas especiales como el Año Nuevo Chino o el Festival de los Fantasmas. Además, el nombre del templo se traduce como "el Dragón de la Montaña" y muchas personas se acercan para orar, ya que se asocia con diferentes milagros. La más famosa es la estatua del espíritu de Yuelao que concede milagros de amor.

Si te gustaría conocer la historia del templo puedes reservar un tour guiado por Taipéi. Es una experiencia bastante completa que te permite combinar la visita con El Memorial Chiang Kai-shek, Grand Hotel y la Casa museo Lin An Tai.

Taipéi es una ciudad vibrante y llena de color, y una prueba de ello es la calle Dihua, una vía comercial que ha permanecido activa desde el siglo XIX. A lo largo de la calle encontrarás tiendas decoradas con faroles rojos, banderines y carteles coloridos que venden productos tradicionales taiwaneses como hierbas medicinales, souvenirs y chuches.

Aquí verás las casas de té más bonitas y pintorescas de Taipéi, así como variedad de puestos callejeros que impregnan el aire de aromas tentadores. En esta zona el plato más popular es el Zongzi (bolsitas de arroz glutinoso), aunque hay diferentes propuestas de bocadillos fritos.

Al caer la noche, puedes serpentear por sus locales iluminados con luz tenue y disfrutar la atmósfera acogedora y enigmática. En algunas esquinas, se realizan rituales culturales en honor a los ancestros, lo que impregna el ambiente de incienso y ofrendas. Durante el Año Nuevo Lunar todo se vuelve aún más vibrante, convirtiendo la calle en un lugar lleno de actividades culturales y decoraciones tradicionales.

Sus edificios coloniales te transportarán a la década de 1850 y podrás ver maravillas como el Templo Xiahai Chenghuang. Si te gustaría descubrir los secretos de esta calle con un guía profesional, te invito a reservar un tour privado por Taipéi. Este tipo de experiencias suelen ser personalizables y te permiten aprovechar otros atractivos turísticos.

La gastronomía oriental, en especial la de Taipéi, es muy atractiva por la fusión de elementos japoneses, chinos y locales. Predomina el uso de mariscos y productos agrícolas de alta calidad, así que puedes esperar platos coloridos y llenos de sabor. La mayoría de recetas se hacen al vapor, fritas, salteadas o marinadas en aderezos agridulces y esto añade un sello especial a cada preparación.

Reservar un tour gastronómico en Taipéi es una excelente forma de visitar los mejores lugares con un guía turístico y participar en una degustación bastante completa. Podrás pasar por:

• Mercado Dongmen, considerado una parada gastronómica tradicional en la ciudad.
• Mercado Tamsui Zhongzheng, el mejor lugar para probar sushi y bolas de pescado.

Sin duda, comer es de las mejores cosas de viajar y en Taipéi te espera una experiencia gastronómica increíble. ¡La única condición es dejarte sorprender!

Pedalear entre las calles de Taipéi es una actividad que no deberías perderte. Te vas a encontrar con una ciudad amigable con los turistas, bien señalizada y con carriles bici para desplazarte cómodamente.

Si planeas visitar Ximending te recomiendo reservar un tour en bicicleta por Taipéi, ya que es el distrito más caótico, de allí que se conozca como el Harajuku de la capital. Descubrirás que es más fácil pedalear para esquivar el tráfico y las multitudes, y se disfruta al máximo cuando alguien te explica el contexto detrás de cada parada. Este barrio es el paraíso para quienes disfrutan las compras y te esperan marcas internacionales, espacios dedicados a la cultura pop, calles con graffitis y espectáculos callejeros.

Bopiliao está cerca de Ximending, lo que permite combinar la visita a ambos barrios. Aquí predomina la arquitectura tradicional y es común encontrar edificios del período colonial japonés.

Si continúas pedaleando puedes perderte entre los mercados tradicionales de Taipéi y conocer monumentos como el Memorial Chiang Kai-shek o el Templo Longshan. Por supuesto, hay rutas escénicas de aventura recomendadas para deleitarse con cada extremo y llegar hasta el parque Daan o bordear el río Tamsui.

Si hay un lugar para aprender a cocinar, sin duda es Taipéi, donde la gastronomía deleita a sus visitantes. No necesitas experiencia, ya que la hospitalidad taiwanesa te recibirá en un salón acogedor, donde un chef te explicará el paso a paso. Hay diferentes propuestas, pero la mayoría de personas aprovechan para reservar una clase de de Xiao Long Bao.

El Xiao Long Bao es una variación de los dumplings al vapor chinos, los cuales se originaron en Shanghái durante el siglo XIX. Se diferencia porque la masa es más delgada, tiene variantes vegetarianas y de mariscos, así como un relleno jugoso a base de gelatina.

Ponte manos a la obra con la masa y perfecciona tus habilidades para dar forma a los dumplings. También aprenderás a preparar su delicioso relleno y a utilizar una vaporera de bambú.

Por supuesto, no pueden faltar los secretos de la ensalada de pepino al estilo Taiwán, cuyo sabor marcado se debe a que se machacan y se preparan en una salsa agridulce. Para endulzar el paladar, prepararás el famoso té de burbujas o bubble tea, el cual se toma frío con leche, hielo y pequeñas perlas de tapioca. Lo mejor de esta experiencia es que al finalizar comerás todas las preparaciones hechas por tus propias manos.

Si quieres experimentar Taipéi desde las alturas, asegúrate de reservar tiempo para visitar Taipei 101. Este emblemático rascacielos ofrece dos miradores panorámicos impresionantes. En el piso 89, te espera un mirador interior con grandes ventanales que brindan vistas espectaculares de la ciudad. Pero si te atreves a desafiar el vértigo, dirígete al piso 91, donde podrás caminar por una plataforma al aire libre y disfrutar de vistas de 360° a una altura de 400 metros.

Fue el edificio más alto del mundo entre 2004 y 2007 y es famoso porque tiene un sistema que lo protege de los terremotos. Específicamente, funciona con un amortiguador de masa entre los pisos 87 y 92, que en caso de vientos o terremotos, se balancea hacia adelante y hacia atrás para asegurar la estructura. Desde el observatorio puedes apreciarlo mejor y conocer su historia a detalle, aunque su peculiar forma de acordeón no pasa desapercibida al caminar por las calles de Taipéi.

¡No tienes que preocuparte por el vértigo ni por subir escaleras! El edificio dispone de un ascensor que sube al piso 89 en tan solo 37 segundos. Además, si buscas comer bien o hacer compras, aprovecha que en los pisos inferiores hay un centro comercial imperdible con opciones de lujo.

Otra visita memorable es el Salón Conmemorativo de Chiang Kai-Shek, dedicado a la memoria del ex presidente de China Chiang Kai-Shek. Si buscas abundancia y buena fortuna, en este salón podrás recargar energías, ya que se cree que su techo octagonal azul provee de bendiciones al edificio y a quienes lo visitan.

Prepárate para subir 89 escalones que representan la edad del presidente antes de morir, aunque parece mucho te aseguro que merece la pena. La principal atracción es el cambio de guardia que se realiza cada hora de 9:00 a 17:00. Anteriormente, se llevaba a cabo dentro del salón e incluía una reverencia hacia la escultura de Chiang Kai-shek.

Sin embargo, tras una ley que prohibió el culto a la autoridad y a la personalidad, se trasladó al Boulevard de la Democracia, frente al edificio. Asegúrate de llegar temprano para conseguir un buen asiento y toma precauciones durante el verano, ya que los espectáculos bajo el sol pueden ser agotadores.

Durante la ceremonia podrás apreciar a los guardias con sus uniformes oficiales y admirar el ambiente solemne mientras rotan sus posiciones. Presta atención a sus movimientos coreografiados y a la entrega de armas. En su interior también puedes visitar sus espacios culturales que incluyen el Teatro Nacional y el Salón Nacional de Conciertos.

En Taipéi tienes que aprovechar para probar el stinky tofu, el famoso tofus apestoso que se considera un bocadillo solo para valientes. Se fermenta con salmuera durante meses, lo que le da un particular olor que se asemeja a los calcetines sucios. Suena aterrador, pero te prometo que en comparación el sabor es bastante ligero y agradable, con una textura crujiente y provocativa. Es algo popular, sobre todo en los mercados nocturnos como:

• Mercado Nocturno de Shilin, es el más popular para deleitarse con comida callejera, siendo las estrellas los dumplings y el stinky tofu. Aquí cada puesto compite para ofrecer los mejores precios y el tofu más apestoso.
• Mercado Nocturno de Raohe, es el lugar ideal para probar aperitivos curiosos como la carne de serpiente y ¡la sopa de tortitas!
• Mercado Nocturno de Ningxia, está en el corazón de Taipéi y destaca por su ambiente bullicioso y colorido, así como por los puestos que ofrecen tortitas de ostras, pastel de taro y arroz con pierna de cerdo.

Para disfrutar de un viaje intenso y lleno de emociones, puedes subir al teleférico de Maokong o la Góndola de Taipéi. Este circuito conecta la ciudad con las montañas y a medida que asciendes las vistas panorámicas se hacen más impresionantes. En total son 4 kilómetros y suele tardar entre 20 y 30 minutos para completar el recorrido. Tiene dos paradas intermedias que enlazan con el sur del zoológico y el templo Zhinan.

Puedes subir o bajar en cualquiera de las estaciones disponibles y hasta aprovechar una ruta de senderismo. Si te gustan los espacios de vegetación exuberante y este tipo de planes, también podrías visitar Elephant Mountain. No sé conecta con el teleférico, pero es fácil llegar desde la estación de MRT Xiangshan. Merece la pena para disfrutar de un paseo de intensidad baja y ver Taipei 101 desde las alturas.

Aunque las zonas más bulliciosas de Taipéi son inolvidables, también merece la pena explorar la faceta más salvaje de la capital. En el norte se esconde una vieja ciudad minera de Chiufen que invita a perderse por callejones y casas de té.

Aquí deberías aprovechar una visita al parque Geológico de Yehliu que deleita con vistas al océano y formaciones rocosas que son bastante llamativas de cerca. ¿Te imaginas conocer una ciudad construida sobre un ferrocarril? En el norte es posible perderse por Shifen y descubrir su pasado, cuando era el punto de partida de los minerales del país. Además serás bienvenido a las Cascada Shifen, que por su caída de agua impresionante se conoce como las Cataratas del Niágara de Taiwán.

Yo en tu lugar aprovecharía para contratar una excursión guiada al norte de Taipéi para que no tengas que preocuparte por la organización ni por los traslados. Si reservas la experiencia con antelación, es posible que se te ofrezca elegir entre añadir una visita a Yehliu, Houtong o el Parque Nacional Yangmingshan.

Además de al norte de la ciudad, hay otras escapadas maravillosas que te ponen en contacto con la diversidad de la capital. Desde volcanes hasta zonas costeras, la diversión parece inagotable. ¡Te cuento un poco más!

Excursión al volcán Yangmingshan

Al reservar una excursión al volcán Yangmingshan probablemente empezarás por el mirador de Xiaoyoukeng que encara la ciudad a 805 metros sobre el nivel del mar, así como por las potentes fumarolas que rodean las montañas y el lago Menghuan.

Por supuesto, caminarás entre montañas de origen volcánico y te deleitarás con aguas termales que emanan un olor pronunciado a azufre. Además, pasarás por la ruta circular de Qingtiangang que es ideal para senderismo de baja intensidad. Los más valientes suben al pico más alto de Taiwán, conocido como el Monte de las Siete Estrellas, donde hay un volcán inactivo.

Excursión a la costa de Keelung

Si te gustaría respirar aire fresco, podría considerar reservar una excursión a la costa de Keelung. ¡Bienvenido a la Ciudad Lluviosa! Tiene este apodo porque es muy común coincidir con días de lluvia debido a la alta pluviosidad de la zona. Si quieres nadar y practicar snorkel, te espera la famosa Dawulun Beach y un paseo por el colorido puerto de Zhengbin Harbor.

Este tipo de experiencias suelen desviarse un poco para visitar algunos atractivos del interior de Taipéi como la calle Dihua y el Museo del Palacio Nacional que alberga 5.000 años de historia. Otras paradas incluyen la calle gastronómica Yongkang, donde los turistas paran para probar las tortitas de boniato o de chalota.

Y si te gustaría ver el Santuario de los Mártires de Taipei, esta puede ser tu oportunidad. Está en la cima de una colina y es el testimonio de la arquitectura de la dinastía Ming. O por qué no, acércate hasta el Templo Bao'An que resalta por su espectacular pagoda roja.

La cultura del té es algo que está en el ADN de Taipéi y si te gustaría descubrir sus secretos, tienes que visitar las plantaciones de Pinglin, una región tetera por excelencia. Para llegar necesitas tomar el autobús desde la estación de MRT Muzha, el viaje tomará alrededor de 30 minutos.

Aquí se produce té oolong y durante el recorrido te esperan anécdotas interesantes, narradas por un lugareño que es experto en el rubro. Rodeado de las montañas podrás participar en el proceso de cultivo, así como en la recolección de hojas de té y aprender a prepararlo.

Generalmente, la experiencia se acompaña con postres deliciosos que se fabrican a partir de este ingrediente local, como pasteles de arroz de té y fideos con aceite de té.