12 cosas que ver y hacer en Viena con niños

Viena es indudablemente una de las ciudades más bellas de Europa. Su aire imperial con grandes palacios y su arquitectura barroca son algunas de las virtudes que la convierten en un destino especial. Tal vez, por ello, puedes pensar que Viena es más un destino para adultos. Sin embargo, tiene un amplio abanico de actividades enfocadas a los más pequeños.

Muchas atracciones turísticas y museos cuentan con programas específicos para niños. Además, encontrarás un museo dedicado exclusivamente a los pequeños, un parque de atracciones, grandes parques para jugar y muchas más opciones que la convierten en un destino familiar muy recomendable.

En los inmensos jardines del palacio Real de Schönbrunn hay espacios en los que los niños pueden jugar y disfrutar más que los adultos.

Uno de ellos es el zoo de Schönbrunn considerado como el zoo más antiguo del mundo y el mejor de toda Europa. Fue el emperador Francisco I quien ordenó hacer una casa de fieras en los jardines del palacio en el año 1752. Desde entonces este espacio ha sido el hogar de miles de especies de animales y lo han visitado millones de personas.

Si reservas tu entrada para el zoo de Schönbrunn Viena, los pequeños de la casa disfrutarán especialmente de las más de 700 especies de animales que acoge el zoo destacando su famosa familia de osos pandas, los elefantes africanos, rinocerontes y tigres entre muchos otros. Hay espectáculos de todo tipo donde los niños pueden interactuar directamente con algunos de los animales. Es, sin duda, un lugar ideal para pasar una jornada en familia.

Es normal que entre tanto palacio, museos y monumentos los pequeños de la casa se aburran en algún momento. Siempre es buena idea recompensarlos con actividades que ellos disfruten al 100% y, para ello, qué mejor lugar que un parque de atracciones. En el inmenso parque del Prater al este de Viena se encuentra un completo parque de atracciones con el mismo nombre que el propio parque.

El principal atractivo del Prater de Viena es una noria gigante por lo que no dejes de reservar tu entrada para Wiener Riesenrad que es su nombre oficial. Construida en 1897, tiene 65 metros de altura y ofrece una de las mejores vistas panorámicas de toda la ciudad. Además de la noria, hay montañas rusas, tiovivos, coches de choque y todo tipo de atracciones para todos los gustos. Las entradas cuestan alrededor de 10 euros, un precio bastante razonable para pasar un día divertido en familia.

Otro de los planes que más suele gustar entre los niños es la visita a la famosa escuela de equitación de Viena. Conocida como Spanische Hofreitschule, o escuela española, este lugar es uno de los más prestigiosos en cuanto a la doma de caballos se refiere. Se pueden visitar las instalaciones y contemplar los espectáculos con caballos que celebran todas las semanas.

El lugar es muy particular ya que tiene la elegante decoración de una ópera pero con la superficie de arena donde entrenan los caballos junto a sus jinetes. El espectáculo de saltos y doma clásica es muy solicitado por lo que si decides verlo en familia lo mejor es que reserves tu entrada cuanto antes. Además, puedes disfrutar de una formación en la Escuela Española de Equitación de Viena. Seguro que los pequeños de la casa alucinaran con la experiencia.

Te recomiendo que reserves la visita al Palacio de Schönbrun cuanto antes porque es uno de los principales palacios de Viena y uno de los puntos más visitados de la ciudad. En este complejo de unas dimensiones enormes se pueden visitar las estancias del palacio y los jardines del mismo y cuenta con un programa especial para niños para que éstos disfruten de la visita de una manera única.

Para dar a conocer el modo de vida de los Habsburgo, la familia real que ocupaba el palacio, hay un lugar cerca del acceso en el que ofrecen disfraces con trajes de época para niños. Además de vestirse como auténticos nobles, también se lo pasarán en grande preparando una mesa digna de una cena imperial y muchas otras actividades didácticas con la que aprenderán además de pasárselo en grande.

Viena es también famosa por sus postres dulces siendo su tarta Sacher el plato más popular de la ciudad. Pero hay muchos otros postres y platos dulces que endulzaran el viaje de los niños, y de los adultos por supuesto. Además de visitar el hotel Sacher
donde sirven el mítico pastel, te recomiendo ir a la pastelería Demel, una de las más famosas de la ciudad, donde venden los mejores dulces de todo Viena.

Otra parada obligatoria si sois amante de los dulces y especialmente de los helados es Zanoni & Zanoni donde tienen los mejores helados de todo Viena además de una zona de pastelería.

Y si además queréis llevarlos a comer a un sitio en el que alucinarán, no dejes de reservar un menú para el Hard Rock Cafe de Viena.

Animales, dinosaurios, minerales y piedras preciosas…Todas estas cosas suelen cautivar a los niños y niñas y más si se les permite interactuar y aprender de ellas y con ellas. Por ello, no dejes de reservar tu entrada al Museo de Historia Natural. Considerado uno de los mejores museos de Viena, alberga una muestra de más de 20 millones de objetos, minerales y restos de seres vivos reunidos bajo un mismo techo por iniciativa de los Habsburgo.

En este museo hay exposiciones temporales y colecciones permanentes enfocadas al aprendizaje de los más pequeños de una manera divertida y entretenida. La colección de fósiles y dinosaurios suele ser su preferida, aunque hay para todos los gustos.

Es un lugar perfecto para visitar en familia ya que los adultos disfrutarán igualmente y sabrán apreciar especialmente el valor de algunas de sus joyas como es la famosa Venus de Willendorf que tiene su hogar en el museo de historia natural de Viena.

La diversión en los jardines del palacio Schönbrun no acaba con la visita al zoológico. También hay zonas verdes especialmente atractivas para los niños. En los mismos jardines hay un parque infantil formado por un divertido laberinto rodeado de setos y fuentes para darle un encanto extra. Perderse en el Labyrinthikon, así se conoce el parque, es especialmente entretenido para los más pequeños.

Hay que tener en cuenta que este parque en los jardines del palacio solo abre en una época determinada que va desde el mes de marzo hasta primeros de noviembre.

El Museo zoom es un lugar pensado exclusivamente para niños lo que lo convierte sin duda alguna en una actividad imprescindible para los pequeños de la casa si visitas Viena. La programación y actividades del museo va cambiando, pero siempre ofrece distintas opciones para distintas franjas de edad.

Todas las actividades están enfocadas a los sentidos y van desde la pintura con las manos hasta talleres de música pasando por diversos juegos. Todos ellos dirigidos por profesores de arte cualificados para entretener y enseñar a los niños. Las actividades del museo tienen plazas limitadas y son muy solicitadas por lo que conviene reservar con antelación.

Otros de los lugares que suele causar especial impresión en los niños, también en los adultos, es la conocida como la Casa de las Mariposas. En Viena se le conoce como Schmetterlinghaus y es un mariposario en el que hay una gran colección de crisálidas y mariposas, estas últimas revolotean libremente por el interior.

Ver cientos de mariposas volando al unísono es siempre una experiencia muy bella, pero si además tienes suerte alguna de ella puede posarse en ti y hacer de “guía” improvisado de este mágico lugar. Otro de sus reclamos son las crisálidas que, si tienes suerte, puedes contemplar cómo se abren y dan paso a otra mariposa más. Se encuentra entre el museo de Albertina y el parque de Burggarten en la Josefsplatz.

Otro de los museos que merece la pena visitar con niños es la conocida como Casa del Mar. El edificio alberga numerosos acuarios de agua dulce y salada con miles de especies marinas que se exponen con zonas temáticas y actividades muy divertidas. Destacan el túnel de 360º grados de los tiburones, la zona de los cocodrilos, y las recreaciones de las zonas de coral. Hay actividades para niños y no tan niños como la posibilidad de bucear con tiburones o darles de comer además de espectáculos y visitas guiadas.

Al margen de los acuarios y animales marinos, otro de los reclamos de este lugar es su azotea. En el undécimo piso de la torre que alberga la Casa del Mar hay un restaurante y bar con vistas de 360º a la ciudad de Viena. El mirador se puede visitar al margen del zoo y del restaurante.

El Marionettentheater, o Teatro de las Marionetas, es famoso en todo Viena y resto de Europa por sus representaciones con títeres especialmente reales y cuidados.

El teatro pertenece al palacio de Schönbrunn y en él se realizan espectáculos de obras tan conocidas como Hansel y Gretel, Aladino, Pinocho o su obra especial de El Secreto de Sissi sobre la famosa emperatriz de Austria.

La decoración del propio teatro te dejará cautivado, pero no puedes dejar pasar la oportunidad de ver una de sus obras si viajas en familia. Las principales representaciones se hacen en varios idiomas, aunque sólo por el valor visual no es un requisito imprescindible que comprendas la lengua de la obra.

El centro histórico de Viena es uno de los más bellos y completos de las capitales europeas. En sus calles hay infinidad de monumentos que ver como la Catedral de San Esteban, el edificio del Ayuntamiento o la ópera que debes ver si o si. Por lo extenso que es, recorrerlo puede resultar algo pesado para los niños, aunque hay una forma especial de recorrerlo que seguro cambiará la actitud de los pequeños de la casa.

Puedes hacerlo paseando en el típico fiaker, un coche de caballos tradicional heredado de la aristocracia de la capital austriaca. Estos carruajes permiten que los adultos disfruten de las vistas de la ciudad mientras los niños viven una experiencia única. Se puede escoger entre varias rutas de distintas distancias y recorridos y estos carruajes salen principalmente desde las plazas de Stephansdom o de Michaelerplatz.

Ya conoces los mejores planes que hacer en la capital de Austria con niños, ahora toca sacar papel y boli y apuntar una serie de consejos si viajas a Viena con niños:

• El transporte público de la ciudad es gratis para los menores de 6 años.
• También son gratis la mayoría de entradas a los principales puntos turísticos para los menores de 6 años salvo contadas excepciones.
• Muchos de los museos de la ciudad son gratuitos para menores de 18 años.
• Si sacas el Vienna Pass, cosa que te recomiendo, el transporte y muchos museos y monumentos vienen incluidos y son gratis para menores de 15 años.
• En la mayoría de atracciones turísticas tienen packs de entradas para familias así que no te olvides de preguntar en las taquillas.
• La gastronomía también puede ser un reclamo para los niños. Los filetes empanados conocidos como schnitzel, las salchichas y dulces como la tarta Sacher son los preferidos por los más pequeños. En los restaurantes no suele haber menús infantiles, pero sí raciones más pequeñas para niños.