10 cosas que hacer en Sevilla en verano
Visitar Sevilla en el verano es algo así como visitar el Polo Norte en invierno. “La caló” sevillana puede ser algo de lo que muchos prefieren huir, pero si planeas tus actividades en función de los momentos más convenientes y llevas lo necesario para el sol veraniego, en Sevilla (al igual que en el Polo Norte) podrás tener una experiencia viajera maravillosa.
Sevilla es una de esas ciudades que deben formar parte de todo itinerario turístico en España, incluso en pleno verano.
Prepárate para descubrir joyas arquitectónicas en las que la cultura árabe, judía y cristiana dejaron su legado, comenzando por la monumental Catedral y los Palacios del Real Alcázar. Merodea por el Barrio de Santa Cruz, degusta unas deliciosas tapas o asiste a un espectáculo de flamenco puro. Esto, entre todas las cosas que ver y hacer en Sevilla ¡te esperan aquí!…Y con el clima de esta temporada, seguramente no tendrás que hacer colas.
1. Visita la Catedral de Sevilla y su bella torre: La Giralda
Una de las primeras cosas que tienes que hacer al llegar a la ciudad, es visitar su imponente catedral. Sus amplios espacios te quitarán un rato de las altas temperaturas que hay en la calle, por eso, no hay nada como refugiarse en su singular belleza.
No es solo “la catedral de la ciudad,” estoy hablando de la catedral de estilo gótico y el tercer templo (después del de San Pedro, en Roma y, San Pablo, en Londres) más grande del mundo. Esta extraordinaria y antiquísima obra arquitectónica será tu mejor bienvenida a la ciudad.
El templo que, también alberga la tumba de Cristóbal Colón, se construyó sobre lo que antes era una mezquita musulmana, de la que sobreviven elementos como algunas puertas, un patio y su inigualable marca: el alminar o “La Giralda.”
Para aprender más sobre la historia árabe y cristiana detrás de estas obras arquitectónicas, te recomiendo una visita guiada desde 30 euros, la que te llevará por el interior de la catedral hasta la parte alta de la hermosa Giralda. ¡Desde ahí, tendrás una de las mejores vistas de la ciudad!
2. Refúgiate en el Barrio de Santa Cruz
En el mismo sector, frente a la Catedral, se encuentra el famoso Barrio de Santa Cruz. Este encantador vecindario, con casas inmersas entre callejones, escondrijos y árboles de naranjo, refleja la huella judía de la ciudad.
Caminar sin rumbo por estas estrechas y tranquilas calles, guiándote por cualquier cosa que llame tu atención, es quizá una de las formas más interesantes de descubrir y dejarse atrapar por este barrio a pesar de su historia tan atroz. Las calles estrechas y sombreadas, con la puerta de algún patio entreabierta, es una enorme ventaja para recorrer el barrio esta temporada sin sudar en exceso, incluso si lo haces de día.
Pero, las referencias siempre son necesarias. Te dejo las paradas que no puedes perderte en el Barrio de Santa Cruz:
- Plaza del Triunfo. Rodeada por los edificios más emblemáticos como la Catedral de Sevilla, el Archivo General de Indias y los Reales Alcázares, esta plaza simplemente no se puede pasar por alto.
- Patio de Banderas. Este lugar, era el antiguo patio de armas del Alcázar y, la antigua puerta para acceder a este, tenía banderas dibujadas. Hoy, es una curiosa plaza llena de naranjos y rodeada de casas donde vivieron personajes como la escritora Fernán Caballero y el pintor Joaquín Domínguez Bécquer
- Plaza de Santa Cruz. Aquí convergen las principales calles del barrio judío sevillano. En esta plaza, se aloja la cruz más famosa de Sevilla: la Cruz de la Sierpes
- Calle Verde. Su nombre real es San Bartolomé pero, por la abundante vegetación y frescura que proporciona durante las cálidas tardes sevillanas, se ha ganado este nombre.
- Iglesia de Santa María la Blanca. Con una arquitectura sencilla, esta pequeña iglesia es una de las más asombrosas, ya que posee elementos notorios de las tres grandes influencias históricas de la ciudad: árabe, judía y cristiana.
3. ¿Qué tal un chapuzón en las atracciones de Isla Mágica?
Sevilla no tiene playa pero cuenta con un fabuloso parque acuático llamado Isla Mágica, en el que podrás disfrutar con la familia de múltiples atracciones, entre ellas, una zona acuático con piscina de olas, toboganes y arena simulando una verdadera playa.
Tienes muchas opciones para conocer Sevilla con niños, pero sin duda este es un planazo. Por que Isla Mágica, ubicado en la Isla de la Cartuja, muy céntrico y bien comunicado en transporte público, ofrece además espectáculos, juegos, tiendas y dispone de restaurantes en su interior.
Por unos 25 o 30 euros, podrás disfrutar de un día completo de diversión y sobre todo, refrescarte y disfrutar de un oasis en medio del calor sevillano. Eso sí, te recomiendo que cojas las entradas online aquí porque el precio en taquilla es muy superior.
Conoce el Acuario de Sevilla
Otra recomendación para escapar del calor sevillano es ir al Acuario de Sevilla. Situado muy cerca del centro, junto al Jardín de las Delicias y a la orilla del río Guadalquivir, es un espacio con más de 7000 animales con numerosos tanques de agua donde descubrir tiburones, tortugas marinas y otras muchas especies.
4. Recorre los antiguos espacios de La Casa de Pilatos
Perfecto para resguardarse de las altas temperaturas sevillanas es la Casa de Pilatos, un lugar único donde vivir de primera mano la historia de la capital andaluza.
Durante el renacimiento, la ciudad de Sevilla se adornó de espléndida arquitectura. Fue una época en la que las familias pudientes construyeron residencias, inspiradas en…sí, los Reales Alcázares.
Una planta baja con un patio principal y varios salones alrededor y, una planta alta donde quedarían todas las habitaciones, era el diseño básico de estas casas, que hacía alusión al Palacio Mudéjar.
La Casa Pilatos, es un excelente ejemplo de estos diseños. Claramente incorporó yeserías mudéjares, junto con elementos de arquitectura y escultura góticos y renacentistas. Un escenario digno de verse en vivo y hasta en el cine (“El reino de los Cielos” de Ridley Scott).
La Casa Pilatos se ubica en la Plaza de Pilatos, cerca de la calle Águilas y la Judería. Tiene un coste de entrada que ronda los 10 euros.
5. Asiste a una verbena muy sevillana: la Velá de Santa Ana
Si hay una fiesta popular sevillana por excelencia es la Velá de Santa Ana. Se celebra a finales de julio en el famoso barrio de Triana. Una cita obligada si te encuentras de visita por la ciudad en esas fechas.
Sobre su origen, hay que remontarse a mediados del siglo XIII. Se dice que, cuando el rey Alfonso X fue curado de un mal de los ojos tras ser tocado por la mano de la Virgen de Santa Ana, en agradecimiento, el rey mandó a construirle un templo: el Templo de Santa Ana.
Como muchas festividades, este origen y motivo religioso, con el tiempo se le fue añadiendo el tono más festivo con música, baile y la comida, que no puede faltar. Baile flamenco, exposiciones de pintura, conciertos, ciclos de teatro, buena gastronomía y, hasta competiciones de cucaña frente al río, es algo de lo que encontrarás en estas noches largas de verano.
La calle Betis, sobre los márgenes del río Guadalquivir es el recinto estrella.
6. Reserva una cena en las terrazas de verano
Durante la temporada estival, una de las actividades que más se “practican” y disfrutan en Sevilla es cenar en las terrazas de verano.
Para ir de tapas, el barrio de Santa Cruz. Este es el mejor lugar para resguardarse del calor y disfrutar de estos platos y refrescantes bebidas en un ambiente muy sevillano en todos los sentidos. Te muestro aquí que ver y hacer en el barrio de Santa Cruz .
La zona de la Plaza de El Salvador tampoco se queda atrás, los bares aquí son muy populares entre los jóvenes principalmente, manteniendo vivo el barrio antiguo de la Alfalfa.
Si te apetece degustar estos platillos y no sabes por cual bar empezar, te recomiendo realizar un tour gastronómico de tapas. Con un precio desde 65 euros, tendrás la oportunidad de visitar diferentes bares y probar varias opciones de su menú. Un tour de entre tres y cuatro horas para pasar en compañía de un pequeño grupo con el mismo interés: disfrutar de la comida y pasar un rato agradable.
7. Escápate a una excursión llena de naturaleza: Parque Nacional de Doñana
Una actividad que bien puedes hacer en esta temporada de calor, es escaparte un día hacia la playa. El Parque Nacional de Doñana es una opción conveniente, ya que está a corta distancia, el clima es más benigno y, lo mejor, que podrás descubrir uno de los espacios naturales más famosos para la observación de aves en esta zona del continente.
El parque mantiene un mosaico muy diverso de ecosistemas que sirven de hogar para especies únicas. Y como te decía, tiene gran importancia como lugar de paso, cría y estancia de invierno para miles de especies de aves del continente europeo y africano.
Las últimas semanas del verano es más posible ver aves. Pero, si vas en otro momento ¡no te preocupes!, conocer este arreglo de paisajes y nadar en sus playas sigue siendo una experiencia que vale mucho la pena.
Hay unos tours desde Sevilla hacia el parque que te recomiendo. El precio es a partir de los 72 euros, duran todo el día y el transporte es a bordo de vehículos 4x4. Además del parque, visitarás otros lugares en el camino, como la Ermita de El Rocío y playa Matalascañas.
8. Disfruta de los espectáculos nocturnos de música al aire libre
En estos meses, la noche es escenario de espectáculos de música en diferentes puntos de la ciudad.
Un espacio obligado, son los jardines del Alcázar. Aquí, se han realizado conciertos diariamente por décadas y el cupo lleno se hizo costumbre. Interpretaciones de música antigua, clásica y obviamente flamenco, son algunos de los espectáculos. Puedes ver la programación en el siguiente enlace. El Patio de la Montería, es otro escenario del recinto del Alcázar donde ocasionalmente se presentan conciertos al aire libre.
Fuera del palacio, el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo es también muy popular para asistir a conciertos en las noches de verano.
9. Toma un crucero en el Guadalquivir
Sevilla y el Guadalquivir tienen mucha historia. Es el mejor regalo que pudo tener la ciudad desde el inicio, la ubicó en el mundo como centro comercial con América, ruta de conquistadores, fuente de pesca y agua, recreación y, hoy en día, como un espacio de navegación turística muy importante.
Descubrir Sevilla en barco te dará una perspectiva diferente de la ciudad. Hay tours diariamente desde los 19 euros que te llevarán por las aguas de este río. Si lo realizas en verano, tendrás la ventaja de aguas tranquilas, pero, te recomiendo, que lo hagas mejor cuando llegue la noche. El calor será menos y las luces de la ciudad adornarán la escena.
10. Date una vuelta por el Mercado de Triana
Se dice que una de las mejores formas de conocer y empaparse de la cultura de un lugar es visitar alguno de sus mercados y, en Sevilla, la oportunidad de hacerlo es el Mercado de Triana. Además, es otra buena opción para esconderse de los rayos veraniegos.
Lo más interesante de este mercado es que es un museo funcional al mismo tiempo, ya que bajo sus cimientos se encuentran los restos de un cementerio almohade, así como los del Castillo de San Jorge, la sede del antiguo tribunal de la inquisición.
El paso del tiempo y las crecidas del río Guadalquivir, lo llevaron al abandono por mucho tiempo, hasta que se instaló una Plaza de Abastos, situada muy convenientemente en este punto estratégico del río.
Aquí encontrarás lo típico de un mercado: frutas y verduras, carne, quesos embutidos…pero también, un espacio cultural con una sala de teatro, restos de edificios históricos alrededor y un paseo con exposiciones de arte en el margen del río. ¿Te animas?
Clima en Sevilla durante el verano
Como te he venido diciendo, el verano en Sevilla es muy caluroso, estando entre las primeras ciudades españolas donde el termómetro apunta más alto. El mes más caliente del año en esta ciudad es julio, en que la temperatura máxima promedio es de unos 35°C (aunque llega a rebasar los 40°C).
Afortunadamente, el verano se “siente” corto, son pocos días con máximas notorias, pero de igual manera hay que prepararse para que no falte la hidratación, vestir ropa ligera y de tonos claros, usar protección solar y, como ya decía, ajustar las actividades que tengas en tu plan de visita de manera que se reduzca al mínimo la exposición solar directa.
Afluencia turística en Sevilla en verano
Precisamente esta “caló” es la que evita que muchos visitantes (e incluso locales) no estén presentes en sus calles durante el día. El calor tenía que tener una ventaja (¿no lo crees?).
Por eso, en verano la ciudad aunque no se vacía completamente de turistas, sí que tiene menos gente en general por sus calles. Los lugareños aprovechan las vacaciones para huir del calor y acuden en masa a las playas cercanas.
En cuanto a los precios, estos no varían demasiado con respecto al resto del año.
Qué llevar en la maleta a Sevilla en verano
Por supuesto, lo más cómodo para viajar a Sevilla en verano es la ropa ligera, pantalones cortos, camisetas y zapatillas para recorrer las calles empedradas del centro histórico.
Pocas noches suele refrescar, pero por si acaso mete en la maleta alguna camisa o top de manga larga por si la humedad del río levanta algo de brisa por la noche.
Precisamente a orillas del río Guadalquivir podrás tomar algún día el sol con tu bañador, así que no está de más echar alguno en la maleta. Junto a tu crema solar, claro, que el sol aprieta y los rayos ultravioleta están potentes en los meses de verano.