Hacer un crucero con niños en Nueva York
Nueva York os acogerá a ti y a toda tu familia con los brazos abiertos. Si viajas con niños, hacer un crucero en Manhattan les maravillará. Te cuento algunas claves para que la experiencia con ellos a bordo sea perfecta.
Ya casi tienes un pie en la Gran Manzana y estás ultimando los detalles para que el viaje sea inolvidable. Si estás pensando en hacer un crucero por el Hudson pero te preocupa si tus hijos van a disfrutarlo, puedes estar seguro de que les encantará la experiencia.
Aquí te dejo una lista de factores importantes a tener en cuenta para reservar el mejor crucero de Nueva York y aprovechar la experiencia al máximo con toda la familia.
1. ¿Cuál es el mejor crucero para hacer con niños?
Hay una gran variedad de cruceros que surcan las aguas del Hudson, pero el más interesante para los niños es el que dura una hora y media y atraviesa el sur de Manhattan, llevándote hasta la Estatua de la Libertad.
Además de que la duración de los cruceros es muy apropiada para que los niños se mantengan atentos e interesados durante toda la travesía, les encantará llegar hasta la Estatua, verla de cerca y divisar de lejos la Isla de Manhattan. Además, estos cruceros parten por la mañana y a mediodía, lo que te evitará tener que madrugar excesivamente y podrás disfrutar de las temperaturas más agradables del día.
Lo mejor de todo es que encima, es la opción más económica y podrás hacer este crucero por poco más de 30 € por persona. Si crees que tus hijos se pueden quedar con ganas de más (tú seguro que preferirías alargar la navegación aunque fuera un rato más para seguir contemplando las vistas) hay un crucero similar de dos horas y media que bordea una parte más amplia de Manhattan y te ofrecerá vistas de más rascacielos.
2. Reserva con antelación
Si normalmente somos más o menos flexibles durante los viajes, viajando con niños es mejor evitar dejar demasiadas cosas sin atar. Si piensas hacer un crucero con toda la familia, lo mejor será que compares los precios online, compruebes los horarios y sobre todo, que reserves con tiempo.
Sobre todo si viajas en vacaciones escolares, que suelen coincidir con la temporada alta de la ciudad, la demanda será muy alta y puede que no encuentres plazas para todos a bordo del barco que más se ajusta a tus necesidades o del horario que más te conviene.
Así que para evitar sustos de última hora, reserva tu crucero en cuanto tengas claras las fechas de tu viaje.
3. Los cruceros nocturnos, mejor evitarlos con niños
Los cruceros nocturnos son experiencias maravillosas, románticas, íntimas... hay incluso cruceros con cena en Nueva York en embarcaciones totalmente premium para celebrar una velada especial en la ciudad. Pero no son la mejor opción cuando viajas con niños.
Son cruceros de tres horas de duración, tienen lugar a última hora del día y hay música en directo. Definitivamente, no es el plan que conquistaría a los más pequeños.
Hay de hecho algunos cruceros que no permiten embarcar a niños menores de 6 años, no cuentan con menú infantil y tampoco ofrecen precios o tarifas especiales para menores, de manera que el gasto no suele compensar. Por cierto, si te preocupa el precio de los cruceros por Manhattan, puedes leer en este artículo una comparativa de presupuestos según el trayecto y la embarcación.
4. ¿Qué hacer con el carrito de bebé?
En la gran mayoría de cruceros de Nueva York vas a poder llevar a bordo el carrito del bebé. Cuando vayas a embarcar, acércate a la taquilla para que te den (de manera gratuita) un billete para el bebé y con ello podrás embarcar sin problema el cochecito.
De hecho, el personal de tripulación te indicará si hay algún lugar más accesible para que embarques con el carrito de manera fácil y cómoda, así que como ves, todo está preparado para navegar con los niños.
5. Los más pequeños, ¿se van a marear?
Las probabilidades de marearse a bordo de uno de estos cruceros son ínfimas. El oleaje no suele afectar al Hudson, que está bastante protegido sean cuales sean las condiciones del clima. Los trayectos no son excesivamente largos y las embarcaciones son grandes y estables.
En definitiva, estos cruceros tienen todos los ingredientes para que mayores y pequeños pasen un agradable rato a bordo sin preocuparse por nada. Aun así, si crees que corren el riesgo de marearse un poco, pregunta a la tripulación cuáles son los mejores asientos para tomar el aire y sentir menos la sensación de mareo. Ellos tienen mucha experiencia navegando así que estarán encantados de asesoraros.
De todas formas, en caso de viento extremo, nieve o poca visibilidad, la organización cancelaría la salida del crucero, así que no tendrás problemas en recibir un reembolso de la actividad si no podéis embarcar.
6. Protégeles del sol o del frío
Si viajas a Nueva York en verano es muy probable que gocéis de un día espléndido de sol... pero también de bastante calor. Si haces un crucero durante las horas centrales del día, protege a los más pequeños (aunque esto también nos conviene a todos) contra el sol y el calor. Lleva una gorra para ellos, agua fresca y ponles crema solar.
Si por el contrario viajas en invierno, necesitarás protegerles del frío y el viento para que puedan aguantar un rato en la parte descubierta del barco para disfrutar de las vistas. Aunque haya una parte a cubierto donde podréis sentaros, en algún momento te apetecerá salir para contemplar el skyline de la ciudad en todo su esplendor.
7. ¿Los niños podrán ir sentados?
Sí. En todas las embarcaciones hay asientos disponibles para todos los pasajeros, así que tus hijos podrán sentarse en su propio asiento. Ten en cuenta que por seguridad, los bebés o niños muy pequeños deberán ir sentados sobre el regazo de un adulto.
Como ves, se trata de una actividad muy agradable y recomendable para hacer con niños, ya que además de estar entretenidos, podrán disfrutar de un rato sentados, algo que seguramente se agradece después de un largo día caminando por las largas calles y avenidas de Nueva York.
8. Llega al embarque con antelación
La organización del tiempo es sagrada cuando viajamos con niños y más aún si hay que coger un tren, un barco o un avión. Los cruceros en Nueva York suelen zarpar muy puntuales* y aunque no requieran pasar grandes controles de seguridad, lo mejor es estar allí con una media hora de antelación por lo menos.
Te podrás imaginar que aunque Nueva York esté relativamente adaptada a los carritos de bebés, no siempre es cómodo desplazarse en metro por la ciudad, tendrás que ir en busca de las paradas de metro o autobús más accesibles, aceras anchas... En definitiva, calcula que llegar hasta el muelle te llevará un tiempo, así que mejor no arriesgues y sal con suficiente antelación.
Una buena opción teniendo en cuenta que los muelles suelen estar al sur de Manhattan o al oeste de Midtown, es aprovechar para planear un paseo por la zona antes del embarque. Por ejemplo, hay algunos cruceros que salen desde la zona de Hudson Yards, así que es un buen momento para pasear por el parque flotante de la High Line, por ejemplo. De esta manera, aprovecharás mejor el tiempo en tu agenda de viajero y te asegurarás de que las prisas no te juegan una mala pasada.
9. ¿Hay tarifas especiales para niños?
Sí, existen precios reducidos en la mayoría de los trayectos para niños menores de 12 años de hasta un 15%. Los menores de tres años que puedan ir sentados en el regazo de sus padres, viajan gratis.
Antes de reservar el billete para los niños asegúrate de cuáles son las tarifas que aplican para ellos. En Hellotickets, por ejemplo, podrás seleccionar directamente la edad de los viajeros y se te mostrará el precio de cada billete en función de lo que les corresponda pagar por edad.