Qué ver en Budapest en 1 día
¿Vacaciones express? ¡No tienes tiempo que perder! Descubre cómo ver lo esencial de la capital húngara. Te cuento los esenciales.
Si tienes una larga escala, un día libre después de una conferencia de trabajo o simplemente te encuentras en Budapest por 24 horas, puedes sacar lo máximo siguiendo nuestro itinerario.
¡Ah! Y si no te apetece caminar demasiado, siempre puedes optar por reservar el autobús turístico de Budapest o un crucero por el Danubio. Incluso, reservar un tour guiado por Budapest para conocer lo imprescindible en poco tiempo.
1. Empieza la ruta en el lugar símbolo de Hungría
El Parlamento de Budapest es el icono de la ciudad. Su aspecto exterior recuerda al Palacio de Westminster de Londres y esta no es una casualidad, pues en 1881 la Asamblea Nacional Húngara publicó una convocatoria para el proyecto de este edificio y ganó la propuesta de Imre Steindl porque rendía homenaje al parlamento británico.
De este modo querían lanzar un doble mensaje: subrayar el compromiso de Hungría con la Europa occidental y guiñar el ojo a Inglaterra, un país tomado a modelo por los reformadores húngaros.
Te recomiendo contratar una visita guiada por Budapest y el Parlamento acompañada de un guía para ver el interior del edificio y conocer las anécdotas más interesantes. Durante el paseo podrás admirar habitaciones como la Sala de la Cúpula y otras partes importantes de la ciudad.
2. Rinde homenaje a las víctimas de las persecuciones nazi
A poca distancia del Parlamento, un monumento singular nos recuerda la época más oscura de Budapest: los zapatos en la orilla del Danubio. Moldeados en hierro, estos calzados reproducen los modelos utilizados en los años cuarenta y que fueron abandonados por sus dueños en este mismo lugar.
Al lado, una placa de metal lleva escritas las siguientes palabras: “A la memoria de las víctimas fusiladas en el Danubio por milicianos de la Cruz Flechada entre 1944-45”. La Cruz Flechada fue un partido que tomó el poder en 1944 cuando los alemanes invadieron Hungría.
La Cruz Flechada se inspiraba al régimen nazi y jugó un papel clave en la opresión del pueblo judío. Cometieó crímenes brutales, por ejemplo, obligando a sus prisioneros a acercarse a la orilla del Danubio y quitarse los zapatos para después dispararles sin piedad. Los cuerpos sin vida acababan directamente en las aguas.
3. Entra en la iglesia más grande de Hungría
La Basílica de San Esteban (Szent István bazilika) se encuentra un poco alejada de la ribera. Para llegar ante su fachada deberás dejar la orilla del Danubio, cruzar Plaza de la Libertad (Szabadság tér) y recorrer la calle Hercegprímás. En unos cinco minutos alcanzarás el lugar de culto dedicado al santo protector de Hungría: San Esteban.
El aspecto austero del exterior esconde unos internos de estilo neoclásico con columnas de mármol rojo, detalles dorados y estatuas de piedra blanca. El origen del templo está ligado la inundación de Pest. En 1838, el Danubio dejó su cauce y los habitantes tuvieron que refugiarse en una colina donde se ubicaba una pequeña iglesia.
Cuando la crecida del río acabó, los supervivientes donaron dinero para construir un lugar de culto más grande. Si visitas Budapest en diciembre podrás disfrutar de los conciertos de música clásica hospedados en su interior.
4. Cruza el umbral de la Gran Sinagoga
Antes de entrar a la Gran Sinagoga (Dohány utcai zsinagóga), deja unos minutos para ver el árbol de la vida (un sauce llorón de metal que lleva inscrito en cada hoja los nombres de las víctima del Holocausto) y el cementerio judío. Sin embargo, lo más sorprendente se oculta en el interior.
Al entrar, levanta la mirada para ver su techo ricamente decorado. Como si fueran joyas, dos lámparas de gran tamaño embellecen e iluminan la nave central. A diferencia de las demás sinagogas, la de Budapest incluye elementos más típicos del cristianismo: el rosetón, el altar y los púlpitos a lado.
Su historia está ligada a los sucesos ocurridos durante el segundo conflicto mundial. El templo fue bombardeado y, sucesivamente, reconvertido antes en una radio y sucesivamente en un establo utilizado por las tropas alemanas.
Traveller Tip
Si vuelves en esta zona al final del día, ten en cuenta que a dos calles de aquí se encuentra el Szimpla Kert, el decano de los ruin bar de Budapest. El establecimiento es una referencia en la ciudad húngara desde 2002.
5. Toma un descanso en el Mercado Central
Tras haber visitado la Gran Sinagoga, ha llegado la hora de comer. Sal del templo y sigue las indicaciones por el Museo Nacional Húngaro (Magyar Nemzeti Múzeum). Una vez enfrente, continúa por calle Kálvin tér y calle Vámház krt: en unos 15 minutos llegarás frente a la fachada art nouveau del Mercado Central.
El edificio fue inaugurado en 1897 y se caracteriza por su estructura en hierro y por las elegantes tejas amarillas, verdes y rojas. Este espacio cubierto se divide en tres plantas:
- La primera está ocupada por tiendas de fruta, verdura, carnes y otros productos locales.
- La segunda está dedicada a la restauración donde podrás degustar dos platos emblemáticos del país: goulash y lángos.
- El sótano alberga unas pescaderías.
Aprovecha para hacer unas compras
Después del almuerzo, puedes rematar la visita con un poco de shopping. El Mercado Central es el lugar ideal para comprar algunos souvenirs:
- Paprika, el ingrediente clave de la cocina húngara. La especia de color bermellón se obtiene triturando los pimientos desecados. En la actualidad existen dos variedades: édes (dulce) y erős (piccante).
- Tokaji, un vino blanco que se cosecha en el norte del país.
- Libamáj, el foie gras húngaro. A diferencia de su homólogo francés, ¡es mucho más barato! (y no por esto menos sabroso).
- Bordados húngaros COMO manteles, servilletas y otros textiles decoradas con motivos florales y colores llamativos.
- Kolbász, las exquisitas salchichas locales.
6. Disfruta del mejor panorama de Budapest
Para llegar a la siguiente etapa deberás cruzar el Puente de la Libertad (Szabadság híd) y subir hasta la cumbre del monte Gellert. En la cúspide se encuentra la Ciudadela, una fortaleza construida por los Habsburgo en la primera mitad del siglo XIX.
Esta estructura defensiva no ha sido utilizada nunca con fines bélicos y sobrevivió a la voluntad del pueblo húngaro que quería destruirla tras el final de la Primera Guerra Mundial. En la actualidad, es una atracción turística y su búnker es decorado con unas fotografías antiguas y unas figuras de cera que recrean escenas del pasado.
Sin embargo, la mayoría de los viajeros llegan hasta aquí para disfrutar de las vistas. Desde aquí podrás divisar el Danubio, el Puente de las Cadenas, el Parlamento, la Catedral de San Esteban y el Castillo de Buda. También te recomiendo pasear hasta la Estatua de la Libertad (Szabadság Szobor).
7. Admira el Castillo de Budapest
Caminando unos treinta minutos llegarás a los pies del edificio que vigila la capital desde hace siglos: el castillo de Budapest. La primera fortaleza fue construida en el siglo XIII cuando el rey Bèla IV decidió levantar un fortín para protegerse de los ataques de los mongoles.
Sin embargo, fue destruido en varias ocasiones y la construcción que podemos apreciar hoy en día se debe a la reestructuración llevada a cabo por István Janáki en 1950.
Hoy, este gigantesco edificio hospeda la Galería Nacional, el Museo de Historia de Budapest y la Biblioteca Nacional. En el exterior, verás una fachada de más de 300 metros (dividida en dos alas por la cúpula central) y Turul, un ave rapaz de bronce retratada en el acto de alzarse en vuelo.
8. Quédate asombrado a los pies de la Iglesia de Matías
Personalmente, la Iglesia de Matías (Mátyás-templom) es la más bella de la capital húngara. Su historia está ligada a las vicisitudes de la familia real: fue construida a instancias del rey Bèla IV en el siglo XIII, acogió el matrimonio del emperador Francisco José I y su esposa Isabel (Sissi) y vio la coronación de Carlos IV, el último rey de la dinastía de los Habsburgo.
Sus elementos más curiosos son las tejas de mayólica coloridas, las dos torres y la estatua ecuestre de San Esteban que vigila la fachada. Si quieres tomar algo, puedes degustar un trozo de tarta o tomar un espresso en el Café Walzer.
9. Saca las mejores fotografías desde el Bastión de los Pescadores
A unos pocos metros de este templo se encuentra la penúltima etapa del día: el Bastión de los Pescadores (Halászbástya). El edificio lleva la firma del arquitecto húngaro Frigyes Shlek que diseñó una estructura que mezcla el neogótico y el neorrománico.
En sus primeros años de vida tuvo una función defensiva ya que domina el Danubio, el Puente de las Cadenas y Pest. En la actualidad, es un belvedere donde podrás sacar unas fotos maravillosas.
10. Termina el día en un restaurante con vistas
En la misma terraza del Bastión se encuentra un establecimiento romántico y exquisito: Halászbástya. El restaurante abrió sus puertas en 2010 y desde entonces se ha convertido en un destino favorito para parejas y bon vivant.
El chef Szabó Barna propone un menú basado en la temporalidad y que reinterpreta los platos de la tradición.
Las reseñas hablan por sí sola: Halászbástya es muy apreciado por sus reconfortantes sopas, las recetas a base de pato y sus deliciosos postres. Desde lo alto del bastión, gozarás de un incomparable panorama sobre el Danubio y la capital húngara.
---¿Vale la pena visitar Budapest en un día?
Si tengo que ser sincero, considero que para explorar la capital húngara sin prisas es mejor optar por un viaje de 3 días por Budapest.
Budapest tiene una rica historia, ya que a lo largo de los siglos ha sido conquistada por los otomanos, ha liderado un imperio junto con Viena y ha sido ocupado durante más de cincuenta años por los soviéticos. Sin embargo, el trayecto que hemos preparado reúne lo esencial que puede ser un tentempié antes de tu próxima visita.
¿Qué se puede hacer en Budapest si llueve?
Septiembre en Budapest es un muy buen mes para viajar a la ciudad. Pero si lo visitas en otro momento y en temporada de lluvias, debes saber que el mal tiempo no es buena excusa para quedarte en el hotel.
La ciudad del este de Europa cuenta con unas cuantas atracciones que se pueden disfrutar incluso si llueve o nieva. Además de algunas atracciones ya mencionadas, ¡hay mucho más que ver! En el listado de abajo encuentras unas opciones muy interesantes:
- Baños termales, unos imprescindibles de Budapest. Si quieres encontrar el destino que más te gusta, te recomiendo leer el post sobre los mejores balnearios de la ciudad. Pero sin duda, lo más recomendable es reservar entradas al Balneario Széchenyi.
- Millennium Underground: es el museo que conmemora el primer ferrocarril subterráneo del continente. En efecto, Budapest fue la segunda ciudad del mundo en tener una línea de metro. Ocupa una sección abandonada de las vías y cuenta con unos vagones de metro antiguos.
- Museo Hospital de la Roca: es un laberinto de cámaras subterráneas. Aquí se refugiaron los habitantes de la ciudad durante la Segunda Guerra Mundial. Con la llegada de los soviéticos, fue convertido en un búnker antiatómico.
- Museo Casa del Terror: es la antigua sede de la policía política tanto en la ocupación nazi como durante el régimen comunista. En sus interiores podrás descubrir cómo se vivía durante las dictaduras más sanguinarias de Europa. Lo más destacado es el tanque soviético T54 utilizado para reprimir el levantamiento húngaro de 1956.