Qué ver cerca de Nápoles
La Campania es una región rica de historia y Nápoles es la base perfecta para explorarla. Sigue leyendo y descubre las metas más hermosas
¿Te quedas más de tres días en la ciudad del Vesubio? Hay mucho qué ver y hacer en Nápoles y alrededores, ya que una estancia larga es lo ideal para descubrir su región: Campania.
El famoso historiador romano Plinio el Viejo amaba esta región y acuñó el término “Campania illa felix” por su belleza y por la fertilidad de las tierras. Ciudades históricas, obras maestras de la naturaleza y joyas gastronómicas te esperan en los alrededores de Nápoles.
1. Zarpa hacia Capri
La famosa isla azul del Golfo de Nápoles tiene una vocación turística muy larga. Ya en la época de la antigua Roma a los emperadores les encantaba descansar entre la maleza mediterránea y las aguas cristalinas. De las doce villas de la antigüedad, en la actualidad solo se conservan tres: Villa Jovis, Palazzo a Mare y Damecuta.
La más interesante para una visita es sin duda la primera que hospedó el buen retiro del emperador Tiberio. Para visitarla por tu cuenta deberás caminar unos tres cuartos de hora desde la céntrica Piazzetta - la plaza central de Capri - y desembolsar más o menos 6 €. Los horarios de visitas dependen de la temporada: en invierno abren de 10:00 a 16:00 mientras que durante el verano el cierre se extiende hasta las 19:00.
El legado romano no es el único atractivo de Capri. Pese a su reducido tamaño, hay decenas de planes para escoger. El listado de abajo te desvela las mejores atracciones de la isla:
- Saetta, Stella y Scopolo, los tres farallones. Su nombre deriva del griego “pharos” (faro) ya que en la antigüedad se encendían hogueras para señalizar la presencia de las rocas a los marineros. Para admirarlos desde una posición privilegiada te recomiendo reservar una mesa en el restaurante Terrazza Brunella (Via Tragara 24)
- Villa San Michele, una espléndida residencia construida sobre los restos de una capilla del siglo X. Su construcción se debe a Axel Munthe, un médico sueco que se enamoró de Capri. Para más información sobre horarios y tarifas te recomiendo echar un vistazo a la web oficial
- Grotta azzurra, la atracción más famosa de la isla. Es una cavidad natural de unos 60 metros de largo y 25 metros de ancho donde el agua adquiere una tonalidad mágica. La entrada es diminuta y, por lo tanto, solo se puede visitar con pequeños botes de remos y si las condiciones del mar lo permiten. De costumbre, la visita individual tiene un coste aproximado de 14 €
- Monte Solaro, el punto más alto de la isla. Desde su cima se disfruta de una espléndida vista del Vesubio y el Golfo de Nápoles. En los días despejados puedes admirar también los Apeninos y la costa de Amalfi y las montañas de Calabria a lo lejos. Una telesilla conecta el pueblo de Anacapri con la cumbre. El precio de un trayecto de ida y vuelta ronda los 12 €
Capri no es una isla económica ya que la mayoría de las actividades son de pago. Una buena manera para ahorrar es elegir una excursión organizada a Capri desde Nápoles. En este caso, la mayoría de los gastos están incluídos a excepción de propinas y actividades optativas. De costumbre, estos viajes duran más o menos 8 horas.
2. Admira una joya del barroco: la Reggia di Caserta
La Reggia di Caserta es la residencia real más grande del mundo. Fue construida por voluntad de Carlos III de España con la intención de rivalizar con el Palacio de Versalles. Para realizar la hazaña, el rey encargó las obras a Luigi Vanvitelli, uno de los más grandes intérpretes del Rococó. Las obras fueron ultimadas en 1845 por su hijo Carlo.
Este enorme palacio real ocupa una superficie de 47.000 m2 y consta de cinco plantas y cuatro patios interiores. Desde el exterior, lo que más destaca son las espectaculares fuentes inspiradas en la mitología clásica. Cubren una distancia de 3 kilómetros y la más famosa es probablemente la Fontana dei Tre Delfini, una fuente con tres grandes delfines con rasgos grotescos.
Existen básicamente tres tipos de entradas: un billete único que incluye los apartamentos históricos, el parque y el jardín inglés (aproximadamente 14 €) y entradas individuales para acceder al parque y a los apartamentos históricos (más o menos 10 € en ambos casos). Llegar es muy sencillo ya que se encuentra a pocos minutos a pie de la estación central de Caserta. Para más información te recomiendo echar un vistazo a la web oficial.
3. Dedica un día a Pompeya
En el 79 d.C., el Vesubio sepultó Pompeya bajo una capa de cenizas. La erupción puso fin a la historia de una ciudad próspera; exportaba aceite de oliva y vino además de ser un centro de vacaciones para las élites de la antigua Roma. En el siglo XVIII, tras haber encontrado unos hallazgos en la cercana Ercolano, Carlos III de España decidió financiar las excavaciones.
El sondeo empezado por el rey y los sondeos sucesivos devolvieron a la luz los edificios de la vieja Pompeya. El sitio arqueológico es muy grande y es importante conocer los atractivos que no puedes perderte:
- El Foro, el centro económico y religioso de la ciudad. Las antiguas tiendas todavía están allí junto con tres templos dedicados a Venus, Júpiter y Apolo.
- Casa del Fauno, la residencia de uno de los exponentes más destacados de Pompeya
- El Lupanare, donde los deseos de la carne eran satisfechos. El burdel estaba distribuido en dos plantas y sus paredes estaban decoradas con representaciones eróticas. Algunas de estas han sobrevivido hasta la actualidad
- Villa dei Misteri, la casa de unos ricos patricios romanos. Algunos historiadores creen que perteneció a Livia, la esposa del emperador Augusto. Es famosa por un gran fresco que representa un rito reservado para los devotos de Dionisio
- Orto dei fuggiaschi, los cuerpos de 13 víctimas de la erupción. Su huida se interrumpió en este punto y lo que hoy podemos ver son las reproducciones en yeso de sus cuerpos. Sin duda, es el punto más desgarrador de Pompeya
Para profundizar el tema, te recomiendo leer el post que ilustra qué ver y hacer en Pompeya. Si dispones de poco tiempo para organizar la visita, te recomiendo reservar una excursión a Pompeya desde Nápoles. Un autobús te recogerá en tu hotel o en un punto céntrico de la ciudad y te llevará a las excavaciones arqueológicas con un cómodo autobús con aire acondicionado.
4. Descubre Salerno
A unos cuarenta minutos de tren desde Nápoles se encuentra la segunda ciudad de la región: Salerno. En los últimos años ha crecido mucho desde el punto de vista turístico y no faltan razones: tiene una larga historia y está a mitad de camino entre la Costa Amalfitana y el Cilento.
Para facilitarte la excursión, he preparado una pequeña ruta que empieza en la estación de trenes:
- Lungomare, el paseo marítimo que conecta el centro histórico con la playa de Santa Teresa. Es completamente peatonal y está adornado con cientos de árboles y plantas
- Cattedrale di Santa Maria degli Angeli, la iglesia principal de Salerno. Aunque parezca sencilla desde el exterior, una vez dentro cambia por completo. El Duomo se encuentra en Piazza Alfano I y puede ser visitado todos los días de 8:30 a 20:00 (laborables) y de 8:30 a 13:00 y de 16:00 a 20:00 (festivos). La entrada a la cripta - donde se conservan los restos mortales de San Mateo - tiene un coste de 1 €
- Giardino della Minerva, un jardín botánico creado en el siglo XVIII por Matteo Silvatico, exponente de la famosa Escuela de Medicina de Salerno. En este lugar, los profesores enseñaban a los estudiantes las propiedades y el uso de cada hierba. Puedes visitarlo de martes a domingo, de 9:30 a 19:30. El billete entero cuesta 3 €
- Resilienza, una pizzería que sigue la filosofía de km 0. Te recomiendo probar la “Cetarina” (con tomate ecológico, ajo, orégano y anchoas de Cetara) o una “Resilienza” (con pesto de perejil, anchoas de Cetara y Fior di Latte, un queso fresco similar a la mozzarella de búfala). En primavera y verano puedes comer en el jardín exterior. Se encuentra en Via Santa Teresa 1
- Con el estómago lleno, puedes dirigirte hacia el Castillo de Arechi, una fortaleza medieval que domina la ciudad y el golfo. Su época dorada coincidió con el reinado del duque lombardo homónimo que mejoró esta estructura defensiva de origen bizantino. En su interior se encuentra un museo que reúne una colección de armas, cerámicas y monedas. Se puede visitar desembolsando 4 €
- Acquedotto Medievale, el conducto que llevaba agua al Monasterio de San Benedetto
- Antes de volver a la estación puedes hacer un desvío y volver al paseo marítimo. Aquí se encuentra el Bar Nettuno, una institución para todo amante del helado. Lo encontrarás en el Lungomare Trieste 136.
5. Sube al Vesubio tras visitar Herculano
El parque arqueológico de Herculano es menos conocido que el de Pompeya pero no por esto es menos fascinante. Hay varias diferencias entre las dos localidades. En primer lugar, Herculano era más pequeño y se asomaba hacia el Mediterráneo. En segundo lugar, la erupción tuvo dos efectos distintos: si Pompeya fue sepultada bajo 8 metros de piedras y ceniza, ¡en Ercolano fueron 25!
Las excavaciones fueron mucho más complicadas y, sin embargo, los arqueólogos han sacado a la luz unos cuantos hallazgos. El más famoso es la Villa dei Papiri, una antigua biblioteca que custodiaba manuscritos romanos. También se conservan en buen estado residencias privadas como Casa dei Cervi, Casa di Aristide y Casa dell’Albergo.
Si eliges una excursión a Herculano desde Nápoles tendrás a disposición un guía que te desvelará los secretos del lugar. Después de más o menos dos horas, el bus te llevará hasta la gran plaza que se encuentra al final de la Carretera Provincial Ercolano-Vesuvio. Aquí empieza el sendero número 5 “Il Gran Cono del Vesuvio”.
El camino discurre por el borde inferior del cráter y es un mirador natural sobre el Monte Somma, el Golfo de Nápoles y las islas. La primera parte es probablemente la más desafiante pero no te preocupes, no tienes que ser un atleta para subir. Después de este tramo se convierte en un agradable paseo. La ruta es circular y para completarla deberás dedicarle al menos 3 horas.
6. Explora la reserva natural “Valle delle Ferriere”
A las espaldas de Amalfi se extiende una gran área verde conocida como “Valle delle Ferriere”. El nombre deriva de las ferrerías que ocupaban la zona y que abastecían de hierro a la República Marinera de Amalfi. Los apasionados del senderismo encuentran aquí su paraíso; el paseo discurre entre bosques, arroyos y terrazas con olivares, viñedos y campos de cítricos.
El punto de partida es Piazza Flavio Gioia, a dos pasos del Antiguo Arsenal de la República de Amalfi. Tras pasar por el casco viejo, el paseo sigue la orilla del arroyo Canneto y se adentra en las montañas hasta alcanzar un viejo acueducto. Una vez allí puedes emprender el camino de vuelta.
La excursión no requiere demasiados esfuerzos y dura alrededor de 3 horas.
7. Admira la Casina Vanvitelliana de Bacoli
A pocos kilómetros de Nápoles, al pie del Monte di Procida se extiendeun pequeño lago de origen lacustre. Se trata del Lago Fusaro, una masa de agua conectada al mar por dos canales. En el medio se encuentra una pequeña isla que alberga la Casina Vanvitelliana, el Gran Restaurant, unos pabellones y un parque con la típica vegetación Mediterránea.
El Real Casino dei Borboni - apodado Casina Vanvitelliana - es un edificio barroco tardío nacido de la mano del arquitecto Carlo Vanvitelli. El edificio principal está conectado a la orilla con un escenográfico puente de madera. Fue utilizado por los reyes de Nápoles para sus viajes de caza y pesca y empleó a cientos de personas.
Se puede visitar los viernes y sábados de 17:00 a 21:00. Los domingos el horario se divide: de 10:00 a 13:00 y de 17:00 a 21:00. El billete tiene un coste aproximado de 5 €.
Además del automóvil, puedes llegar a orillas del lago con el transporte público. Simplemente toma la línea 2 del metro y bájate en Montesanto. Desde allí tendrás que tomar el tren Cumana desde la estación Napoli-Torregaveta (a tiro de piedra del metro) y bajar en la parada Fusaro.
8. Desembarca en Procida
Procida es una pequeña joya que a menudo se subestima. Quienes la visitan se enamoran y sería difícil no hacerlo; las casitas pintadas en colores pastel y el ambiente tranquilo son el antídoto perfecto para el bullicio de Nápoles. Además, la isla está rodeada de playas y pequeñas calas con aguas cristalinas.
Cada excursión de un día debería incluir una etapa en Marina della Corricella, un pueblo de pescadores famoso por los “Vefi”, unos típicos balcones en arco de origen árabe.
En esta zona encontrará varios restaurantes que ofrecen recetas basadas en el pescado más fresco. Te aconsejo pedir linguini con langosta o una pasta alla pescatora povera (con anchoas y guindillas verdes fritas).
Ferries e hidroalas conectan Nápoles con la isla de Procida. Tras una breve navegación, las embarcaciones atracan en el puerto de Marina Grande que se encuentra a pocos pasos del centro histórico. Un billete estándar cuesta unos 10 €.
9. Visita la encantadora Sant'Agata de' Goti
Es conocida como la "perla del Sannio" y se encuentra a unos 45 kilómetros de Nápoles. Su origen se remonta a la época de la antigua Roma y ha conservado intacto todo su encanto.
El casco viejo se alza sobre una roca de toba con vistas a dos ríos: Martorano y Riello.
No es el único ejemplo de este tipo en Italia - Pitigliano es su homónimo toscano - y sin embargo merece la pena acercarse hasta aquí para disfrutar de su embrujo.
Un día es suficiente para disfrutar de su casco viejo cuya calle principal es Via Roma. Aprovecha la ocasión para admirar sus numerosas iglesias y el castillo construido por los longobardos.
Si quieres experimentar la comida local, te recomiendo el Antico Pozzo degli Ulivi. Comerás entre viñedos y olivos (Via Piana del Mondo)
Sant'Agata de' Goti es conocida también por las manzanas, las trufas negras y la producción de vino. Si tienes espacio en la maleta, vuelve a casa con una botella de Falanghina. Para llegar hasta aquí deberás alquilar un coche en Nápoles. El trayecto dura más o menos una hora.
10. No pases por alto Pozzuoli
Pozzuoli alcanzó su edad de oro en la época romana y monumentos como el Anfiteatro Flavio y el Templo de Serapis lo atestiguan. En realidad, el segundo no era un lugar de culto sino un mercado adornado con columnas y una estatua dedicada a la divinidad de Egipto. En algunos días, el suelo está seco mientras que en otros, el mar inunda el suelo y empapa sus mosaicos.
Este fenómeno no está regulado por las mareas sino por el bradisismo, un fenómeno muy común en el área vesubiana. En pocas palabras, el suelo se levanta o se hunde dependiendo de los movimientos magmáticos. Donde más se aprecia esta maravilla es en la Solfatara, unas depresiones en la tierra de donde escapa vapor de agua mezclado con dióxido de carbono y sulfuro de hidrógeno.
Llegar a Pozzuoli desde Nápoles es muy sencillo; puedes optar por el tren (desde Napoli Piazza Garibaldi) o el metro (línea 2). En ambos casos deberás bajar en la parada Pozzuoli Solfatara. El trayecto dura más o menos 45 minutos.
¿Vale la pena visitar las afueras de Nápoles si me quedo sólo un fin de semana?
En mi opinión, no creo que merece la pena. Es una ciudad con una larga historia y un destino turístico en alza. Además de los monumentos y museos clásicos cuenta con atracciones singulares como el Nápoles subterráneo, dos itinerarios bajo tierra que revelan una ciudad bajo la ciudad. Hay miles de planes culturales, históricos y gastronómicos que merece la pena descubrir.
Aún así, si visitas Nápoles en verano y quieres broncearte un poco, es mejor salir de la ciudad. Hay playas urbanas hermosas - sobre todo La Gaiola, Scoglione, Lido Sirena y Bagno Elena - pero suelen estar muy concurridas. Encontrarás más suerte en otras riberas del litoral napolitano o en la cercana Costa Amalfitana.