Qué ver y hacer en Portland, Oregon

La escapada perfecta para tus próximas vacaciones se encuentra en Portland, la ciudad más grande de Oregón que alberga una amplia oferta de entretenimiento. Es famosa por el amor a los deportes y la escena gastronómica que incluye rutas de donuts, alta cocina y opciones callejeras. Otra razón por la que me gusta este destino es por su accesibilidad, ya que se puede explorar en bicicleta, barco o teleférico.

Adicionalmente, la región está rodeada de arenisca, lo que genera un clima agradable en cualquier época del año y permite las actividades al aire libre. Si aún necesitas un empujón para convencerte, continúa leyendo.

Portland es el tipo de destino al que escapas cuando quieres relajarte, por ello no puede faltar un enriquecedor crucero por el río Willamette. Desde esta perspectiva las vistas del horizonte son un verdadero espectáculo, sobre todo cuando se realizan al atardecer. Durante aproximadamente dos horas y media podrás dejar tus preocupaciones de lado y dedicarte a disfrutar de las vistas desde otra perspectiva.

En general, este tipo de experiencias destacan la belleza del puente Hawthorne, el más antiguo de la ciudad, así como la opulencia del puente Marquam que figura como su hermano más moderno. También podrás ver el reflejo en el agua del Museo de Ciencia e Industria de Oregon que ofrece espectáculos emocionantes a los que te recomiendo asistir.

A bordo te acompañarán las suaves melodías del piano en vivo, la narración de la historia local y degustaciones de comida tradicional. Por lo general, encontrarás paseos en barco desde 121€.

Para sentirte como un auténtico lugareño, tienes que sumergirte en la pasión del baloncesto. Es uno de los deportes más populares de la región y sus partidos ofrecen una experiencia emocionante y llena de energía. Específicamente, la gente quema su garganta cada vez que juegan los Trail Blazers, el equipo local que disputa los torneos en el estadio Moda Center.

La atmósfera es eléctrica y competitiva y comprar entradas para ver a los Portland Trail Blazers es un imprescindible mientras estás planeando tu itinerario, ya que se agotan muy rápido. Cada segundo está lleno de la cultura local: en los tiempos libres lo jugadores intectactúan con los fanáticos y hay espectáculos de animadoras, concursos y música en vivo. Los partidos también se acompañan con cervezas artesanales y, por supuesto, son la inigualable sensación de la mantequilla de las palomitas entre tus dedos.

Otra atracción que no puede faltar en tu itinerario es el Teleférico de Portland o Portland Aerial Tram, el cual se caracteriza por ofrecer las mejores vistas panorámicas de la ciudad. Muchos turistas ignoran su existencia y se pierden una de las experiencias más gratificantes y divertidas.

Podrás sobrevolar el barrio South Waterfront y el río Willamette hasta el campus principal de la Universidad de Salud y Ciencias de Oregón, así como apreciar diferentes monumentos durante aproximadamente tres minutos. Es una pena que el viaje sea tan corto, pero es suficiente para maravillarte con las arterias de Portland y capturar fotografías de postal. En general, el billete de ida y vuelta cuesta alrededor de 4 € y es recomendable evitar las horas punta para un viaje más ameno.

Cada cabina tiene cuatro asientos pero pueden viajar más personas de pie, así que puede ser una actividad interesante si planeas visitar Portland con niños en familia o en grupo de amigos. En la terminal inferior verás exposiciones sobre los vehículos y su historia, la vida emergente del vecindario y el mercado de agricultores en el parque Elizabeth Caruthers. En la parte superior hay senderismo autoguiado y vistas al monte Hood.

Portland es conocida por sus galardonados donuts que resuenan a nivel global, así que sería una pena visitarla y no realizar la famosa ruta que te lleva a conocer las creaciones más exquisitas. Su historia es muy interesante y se remonta al siglo XVII, cuando llegaron las primeras recetas al país. Posteriormente, los lugareños crearon fórmulas únicas que marcaron la diferencia en cuanto a masa, textura, rellenos, olores y sabores.

Si quieres estimular la serotonina (tu hormona de la felicidad), no puedes perder la oportunidad de visitar las mejores tiendas de esta pintoresca ciudad y descubrir las propuestas con mayor demanda. Y si tienes dudas sobre este plan, te confesaré que las mezclas elaboradas en Portland compiten con las de grandes ciudades como New York y Los Ángeles.

Mi recomendación es que te unas a los mejores recorridos guiados de Portland, algunos pueden regalarte las dos horas más dulces de tu vida, ya que pueden incluir la experiencia de probar donuts. De esta manera, también podrás conocer tiendas infravaloradas y sumergirte en los secretos de las técnicas de horneado y decoración. Este tipo de experiencias se encuentran desde 62 € y te permiten escoger opciones veganas y sin gluten.

Un rincón francés en pleno Portland es la Mansión Pittock, una parada icónica que no puede faltar en tu itinerario. Se construyó en 1909 y durante años fue la residencia privada tipo château de estilo renacentista de Henry Pittock, el editor del periódico The Oregonian. Más tarde, el gobierno local la compró y se convirtió en uno de los museos más importantes del perímetro.

Una visita guiada te permite explorar su arquitectura y curiosear el interior, donde se ocultan más de 46 habitaciones llenas de encanto. Entre las exhibiciones permanentes podrás ver muebles de la época, objetos personales de la familia, reliquias como un escritorio familiar, juegos de porcelana, vestidos conservados, piezas originales que incluyen un piano de cola y la espada masónica de Henry Pittock.

Además, las exposiciones temporales son fascinantes y cada año se reinventan con propuestas originales. Este lugar es encantador y la prueba viviente de la transformación de la ciudad, así como del legado de los Pittock. Puedes comprar entradas desde 16€ y deleitarte con las vistas panorámicas de la ciudad desde la parte superior de la mansión.

Otra manera de conocer Portland es a bordo de una bicicleta, de hecho es una ciudad ecológica donde se promueven las rutas ciclistas para evitar el tráfico y llegar a los monumentos más importantes en poco tiempo. El lugar más relevante a visitar es la calle Clinton, donde te sumergirás en la vida vibrante y podrás ver el Teatro de la Calle Clinton, un edificio antiguo muy popular por sus proyecciones semanales de películas de terror.

Además, si vas en julio puedes presenciar el Desfile Callejero de Clinton. O bien, puedes dejar que los pedales te lleven hasta:

• El emblemático laberinto de Ladd's Addition.
• Las tiendas vintage y propuestas gastronómicas en el pintoresco barrio Hawthorne.
• Las maravillas arquitectónicas del Edificio Solterra.
• La brisa fresca de la Playa El Poeta, donde puedes hundir tus pies en la arena.

Puedes alquilar una bici por tu cuenta desde 30€ por día, pero estarás a la deriva en una ciudad desconocida. En cambio, unirse a un recorrido guiado te garantiza la tranquilidad de contar con un itinerario a través de los mejores lugares y experiencias. Además, no solo dispondrás de un guía experto sino que también tendrás la oportunidad de hacer una parada para recargar energías con un delicioso donut de Portland.

El Jardín Internacional de Pruebas de Rosas en el Parque Washington es una localización mágica que tiene más de 10.000 rosales que embellecen la ciudad, sobre todo en la temporada de mayo a octubre.

Las exhibiciones del jardín son impresionantes y muchas personas se acercan para ver el famoso Jardín de Shakespeare, donde podrás conocer la biodiversidad de flores nombradas en honor a obras del escritor. Es una experiencia multisensorial donde te sentirás cautivado por los olores frescos, rosales vibrantes y laberintos coloridos. En primavera hay visitas guiadas y se incrementa la afluencia turística, dado que exhibe belleza en su máximo esplendor.

¿Un motivo por el que me encanta este jardín? La entrada es completamente gratuita y ofrece variedad de eventos a lo largo del año.

Sin duda, Nob Hill y Pearl District encabezan los barrios más emblemáticos de Portland debido a sus propuestas de entretenimiento. Tanto de día como de noche, estos lugares se encuentran llenos de lugareños y turistas que se niegan a perderse un segundo de diversión.

Entre ambas localizaciones tan solo hay 15 minutos de distancia, por lo que podrías dedicarle una tarde entera o incluso más tiempo si planeas estar al menos 3 días en Portland. Te dejo una pequeña guía de las actividades más destacadas de estas dos localizaciones.

Nob Hill

• Explora las fachadas industriales y casas adoquinadas e inmortaliza los mejores recuerdos de tu viaje.
• Aprovecha las noches de galerías que se realizan el primer jueves del mes. Generalmente estos espacios de arte suelen estar cerrados durante la noche, pero este día extienden su horario con exhibiciones especiales, experiencias gastronómicas y entretenimiento en vivo.
• Visita la Casa Wallace construida en 1888, la cual está rodeada de casas victorianas y eduardianas que funcionan como teatros, tiendas y otros espacios de entretenimiento.

Pearl District

• Admira El Cosmopolitan en The Fields Park, uno de los edificios más altos rodeado de cervecerías artesanales y antiguos almacenes.
• Únete a la ruta mensual de arte, la cual abre todas las galerías de la zona al público como la Galería Augen fundada en 1979.
• Disfruta los paseos en bicicleta por Portland que tienen lugar en esta zona.

¿Quieres alejarte de la civilización y respirar aire puro? ¿O te gustaría vivir un cuento embrujado en un pintoresco castillo? Entonces tienes que visitar Portland y deleitarte con todas las propuestas de las zonas boscosas de la ciudad.

Te dejo una guía de todo lo que puedes disfrutar en estos lugares

Forest Park

Forest Park es un parque urbano insertado a poca distancia de Portland, al que puedes llegar utilizando la línea 16 de Portland TriMet. Es ideal para practicar senderismo con rutas de diferentes intensidades, disfrutar de un chapuzón en sus cascadas y admirar la vida silvestre. La entrada es gratuita y se caracteriza por los miradores rústicos en los cerros, así como por su conexión con el Santuario de la Sociedad Audubon y con la Mansión Pittock.

Castillo de la Bruja

Por su parte, el Castillo de la Bruja es accesible mediante la línea 20 del autobús y te permite ver un antiguo edificio de piedra que se encuentra abandonado y ha generado leyendas, teorías y testimonios de fantasmas. Su belleza radica en la peculiar decoración de musgo y graffitis y no tienes que pagar para echarle un vistazo.

Portland es una ciudad con una interesante e intensa historia que se refleja en diferentes puntos a lo largo de la ciudad. Así que tienes que te propongo un conjunto de actividades para que la conozcas, pero que van más allá de los típicos museos y exposiciones. De hecho, muchas de ellas son al aire libre.

La Gruta

Un imprescindible en Portland es el santuario religioso La Gruta, el cual se caracteriza por sus jardines botánicos, capilla sagrada y espacios de relajación. Aquí puedes ser testigo de un laberinto medieval y participar en rituales de meditación. Además, si planeas visitar la ciudad en Navidad puedes aprovechar el Festival de las Luces o acercarte a la Bendición Anual de los Animales en julio.

Adicionalmente, este lugar ofrece conciertos gratuitos y eventos según las estaciones. Ten en cuenta que el nivel inferior es gratuito, pero que para subir a los jardines debes pagar una entrada que ronda los 8€.

La Sala de Estar

La Sala de Estar de Portland o Pioneer Courthouse Square es un espacio dedicado a festivales culturales y conciertos gratuitos donde seguramente pasarás un rato agradable. Puedes observar el primer tramo de este parque, el cual se construyó en la década de los 80, o sentarte en las sillas a admirar sus espacios. En general, es una buena opción para visitar en familia y descansar entre atracciones.

Lan Su Chinese Garden

Otra parada obligatoria es el jardín chino clásico, mejor conocido como Lan Su Chinese Garden. Aquí encontrarás un conglomerado de la cultural asiática, dado que alberga 2.000 años de historia que se pueden explorar a través de sus espacios de arte, arquitectura, diseño y gastronomía.

Por supuesto, encontrarás plantas nativas de China y festivales lunares en diferentes épocas del año. Durante tu visita no te puedes perder los talleres de caligrafía, pintura y artesanías, así como las degustaciones de té y actividades de Tai Chi y Qi Gong. La entrada va desde 13€, pero en el interior puedes encontrar atracciones con un coste extra.

Jardín Japonés de Portland

Si te gustó el jardín chino, seguramente querrás echarle un vistazo a su otra mitad. Se trata del Jardín Japonés de Portland al que es fácil acceder mediante las líneas 15 y 20 del autobús. Se inauguró en 1967 y está oculto en la inmensidad del Parque Washington. Aquí puedes apreciar colecciones de arte temporales, presenciar demostraciones de instrumentos musicales, asistir a clases de bonsai y sumergirte en las tradiciones japonesas.

También puedes ver una colección de netsuke, los cuales son deidades y personajes mitológicos japoneses tallados en miniatura, o bien participar en los talleres textiles, unirte a las excursiones guiadas, participar en la ceremonia del té o admirar las terrazas y pabellones.

Es un recorrido agradable y se puede completar en alrededor de quince minutos. Ten en cuenta que de noviembre a enero no se encuentra tan bonito como en verano; considero que es importante encontrarlo floreado para sacarle provecho a la entrada que ronda los 18€.