10 cosas que ver y hacer en el centro de Lisboa
Piérdete en las calles de la capital lusa, un destino encantador a pocas horas de vuelo de España
La capital de Portugal es un destino que enamora. Los barrios del casco histórico atrapan a los viajeros con su aire bohemio, las fachadas de azulejos y las empinadas cuestas que llevan a los miradores. No querrás volver a casa.
1. Descubre Lisboa con un tour guiado
Si dispones de poco tiempo, la opción de hacer un tour guiado por Lisboa es ideal. En dos horas o poco más descubrirás lo esencial de Lisboa. Los guías conocen cada palmo de la ciudad y amenizan el trayecto con anécdotas singulares y divertidas.
Las excursiones urbanas suelen empezar en Praça do Rossio o en otras zonas céntricas como Praça do Comércio o Largo do Chafariz de Dentro, donde se encuentra el Museo del Fado.
El recorrido del centro explora los puntos turísticos más destacados como la estación neomanuelina de Rossio, la Igreja de São Domingos, el elevador de Santa Justa, los miradores y el Convento del Carmo.
2. Revive la historia de Lisboa en su Catedral
El 25 de octubre de 1147, las tropas cristianas lideradas por Afonso Henriques (el primer rey re Portugal) entraban en Lisboa tras haber derrotado el ejercito musulmán. Después de cuatro siglos, los moros dejaban de controlar al-ʾIšbūnah, un importante centro comercial en el estuario del Tajo. Para celebrar este acontecimiento, el monarca mandó construir una catedral sobre las ruinas de la vieja mezquita.
La persona que se encargó de la tarea fue Gilbert de Hastings, un monje inglés que participó al asedio y que fue nombrado obispo al acabar el conflicto.
Como otros edificios de la capital lusa, también la catedral sufrió un daños severos a causa de los terremotos. El seísmo de 1755, por ejemplo, destruyó por completo la capilla gótica y el panteón real. Al cruzar su umbral verás unos interiores sencillos donde reina la penumbra. En la parte superior puedes visitar el tesoro: cuatro salas con trajes, reliquias y joyas que pertenecieron a personajes ilustres.
3. Sube al Castillo de San Jorge
Este monumento vigila Lisboa desde siempre. Según los historiadores. El castillo fue construido por los visigodos y ampliado durante la etapa musulmana. Cuando fue conquistado por las tropas de Afonso Henriques (el futuro primer rey de Portugal), los elementos islámicos dejaron espacio a los cristianos..
A lo largo de los siglos, la fortaleza ha sido testigo de numerosos acontecimientos históricos y ha tenido tanto funciones de Palacio Real como tareas de carácter militar. Hoy en día, muchos turistas suben a lo alto de la colina para pasear en sus murallas y disfrutar de la inmejorable vista sobre la ciudad y el Tajo. Si tú también quieres disfrutar de la experiencia, te recomiendo reservar un tour guiado por San Jorge.
4. Termina la jornada en un restaurante tradicional
Uno de los reclamos de Lisboa es su rica gastronomía. La capital portuguesa cuenta con muchos establecimientos que proponen los platos de la tradición sin tener que gastar un ojo de la cara. En el listado de abajo encuentras algunos de los destinos más famosos:
- O Pitéu: un lugar destacado para comer los platos más representativos del país. Te recomiendo catar sus gambas de Mozambique o el bife da vazia de novilho (Largo da Graça 95-96)
- Floresta das Escadinhas: un restaurante auténtico en el corazón de la zona turística. Su especialidad es el pescado a la parrilla y no puedes salir sin haber probado las sardinas o el pulpo asado. Además, el restaurante destaca por su servicio (Rua de Santa Justa 3)
- Frangasqueira Nacional: el templo del pollo. Cerca del Jardim do Príncipe Real se encuentra un establecimiento tradicional que es una auténtica institución entre vecinos y turistas. Según los entendidos, está en el top 5 de los restaurantes de pollo en el centro de Lisboa (Tv. Monte do Carmo 19)
- Chapitô à Mesa: un lugar singular que merece una visita. El restaurante es un anexo de una escuela de circo y se ubica a dos pasos del castillo. Además de los platos portugueses de calidad, muchos clientes lo escogen para cenar mirando un espléndido panorama de la ciudad. (Costa do Castelo 7)
5. Visita Bairro Alto
A lado del Chiado se encuentra el Bairro Alto, un distrito conocido por su animada vida nocturna. Al acabar el día, jóvenes y menos jóvenes acuden a esta zona de Lisboa para tomar algo en el Pavilhão Chinês (un bar decorado con miles de objetos del siglo XVIII al siglo XX, Rua Dom Pedro V 89), en el Frágil (el bar que marcó un antes y un después en los años ochenta, Rua da Atalaia 128) o en el Noobai Café, un bar/restaurante en el mirador de Santa Catarina.
Además de los lugares de ocio, el Bairro Alto de Lisboa esconde otros pequeños tesoros:
- Pharmacia: una vieja farmacia reconvertida a restaurante. Aquí puedes comer platos típicos rodeado de sillones de dentista, camillas y mostradores. (Rua de Santa Catarina 2/4)
- Iglesia de São Roque: el templo que sobrevivió al terremoto de 1755. Su fachada austera esconde un interior ricamente decorado. (Largo Trindade Coelho)
- Praça Luís de Camões: hospeda la estatua de bronce del poeta y 8 esculturas más pequeñas que representan a otros autores de la literatura lusa.
- Jardim do Príncipe Real: un gracioso parque romántico frecuentado sobre todo por los lugareños. Los árboles de magnolia, las palmeras y el enorme cedro garantizan tranquilidad y sombra.
- Depósito de la Patriarcal: un tanque de forma octogonal y una pieza fundamental del acueducto que abastece la ciudad. Si quieres visitarlo, te recomiendo consultar la web del Museo del Agua.
- Los belvederes más famosos: São Pedro de Alcântara (Rua de São Pedro de Alcântara) y Santa Catarina (Esplanada Adamastor). Este último es muy concurrido por las noches.
6. Monta en el tranvía 28
¿Qué sería Lisboa sin sus tranvías? Parte de su encanto deriva de este medio de transporte que recorre tanto las avenidas como las cuestas más estrechas. Esta línea parte de Plaça Martim Moniz a escasa distancia de Praça do Rossio. Durante el trayecto, el 28 toca los puntos más famosos de la ciudad:
- La Basílica da Estrela
- Rua da Conceição
- La catedral, los miradores
- La Igreja de São Vicente de Fora
El billete tiene un coste aproximado de 3 € y el recorrido entero dura entre 45 y 50 minutos. Sin embargo, la parte más sugestiva es la de Alfama y si quieres quedarte en el centro, puedes bajar en Largo Santa Luzia donde se encuentra el punto panorámico homónimo. Esta actividad suele gustar a los peques y si te interesa el tema, te recomiendo el post 10 cosas que hacer en Lisboa con niños.
7. Callejea por los alrededores de Plaza de Rossio
La Praça de Rossio es el corazón de la Baixa y se caracteriza por el monumento de Dom Pedro IV (el primer emperador de Brasil) y por su pavimentación ondulada blanca y negra. En la parte norte se ubica el Teatro Nacional, un elegante edificio con una fachada neoclásica, un pórtico de columnas y la estatua de Gil Vicente, el fundador del teatro portugués. A pocos metros del teatro encontrarás otro lugar emblemático de la capital lusa: la Igreja de São Domingos.
Praça de Rossio es también un lugar de paso y la casa de dos históricos establecimientos de la capital lusa:
- A Ginjinha: un bar diminuto donde sólo se sirve un licor de cerezas artesanal, la ginja.
- Café Nicola: un lugar con más de 200 años de historia. En el pasado fue una librería y un lugar de encuentro de intelectuales. En su interior verás la estatua del poeta Bocage que era un cliente habitual del café.
8. Regálate un break en los mercados de Lisboa
La capital portuguesa cuenta con una selección de mercados que proponen todo tipo de mercancía, desde prendas de ropa hasta productos frescos. Algunos de estos se encuentran en el centro de Lisboa y son ideales tanto para hacer shopping como para catar unas delicatessen. Sigue leyendo y descubre los mejores mercados del centro:
- Mercado da Ribeira: el destino más codiciado por los foodies lisboetas. En este lugar, los platos de la tradición conviven con la cocina fusión y en ambos casos, la calidad es muy alta. Si te interesa la buena comida, te recomiendo leer el post sobre los tour gastronómicos de Lisboa. (Avenida 24 de Julho 49)
- Feira da Ladra: un rastrillo con mercancía de todo tipo, desde baratijas antiguas a ropa de segunda mano. Este mercadillo está especializado en las antigüedades y es el lugar ideal para encontrar un recuerdo original. Se celebra cada martes y sábado en el barrio de Alfama. (Campo de Santa Clara)
- Mercado de Santa Clara:una lonja que a menudo pasa desapercibida ya que se encuentra a escasa distancia de la más famosa Feira da Ladra. Fue inaugurado el 7 de octubre de 1877 y su estructura de vidrio y acero lleva la firma del arquitecto Emiliano Augusto de Betencourt. En la actualidad, hospeda puestos de artesanías y algunos bares/restaurantes. (Campo de Santa Clara),
- Feira dos Alfarrabistas: un mercadillo al aire libre que se celebra todos los sábados. Es una etapa obligada para comprar libros antiguos y de segunda mano. (Rua Anchieta)
9. Déjate cautivar por la fachada neomanuelina más bella de la Baixa
La Estación de Rossio es uno de los monumentos más emblemáticos de la Baixa. El edificio fue construido a finales del XIX siguiendo el proyecto de Luis Monteiro. El arquitecto se inspiró al manuelino, un estilo arquitectónico puramente portugués. Su elemento distintivo es la mezcla de elementos marinos (conchas, cuerdas de barcos, corales, etc.), escudos heráldicos, símbolos religiosos y ornamentos árabes.
El exterior de la Estación de Rossio se caracteriza por las dos puertas de entrada en forma de herradura y por la elegante torre del reloj. Otra peculiaridad son los andenes que se ubican a una altitud más alta de la entrada. Lisboa es una ciudad de cuestas y el arquitecto tuvo que adaptar las vías a la orografía.
Por encima de las vías, podrás admirar la la cubierta de hierro proyectada por Gustave Eiffel. Esta línea ferroviaria conecta la capital portuguesa con la ciudad de Sintra, un popular destino de excursiones. En el post Cómo ir de Lisboa a Sintra encuentras todas las informaciones que necesitas.
10. Date un paseo por el Chiado
El Chiado es una zona comercial muy bonita que en el pasado fue el centro neurálgico del Romanticismo Portugués. El barrio es conocido por sus tiendas peculiares y sus bares bohemios como, por ejemplo, el famoso Café A Brasileira donde solía pasar las tardes Fernando Pessoa. Sin embargo, el Chiado tiene mucho más que ofrecer. En el listado de abajo encuentras los principales puntos de interés:
- Elevador de Santa Justa: un ascensor de estilo neogótico diseñado por el ingeniero Raoul Mesnier du Ponsard a principios del siglo XX. Conecta la Baixa con el barrio del Chiado.
- Luvaria Ulisses: una tienda de guantes fundada en 1925 por Joaquim Rodrigues Simões. Dos grandes columnas amparan una puerta que se abre hacia un ambiente que conserva el estilo de los años 20. (Rua do Carmo 87)
- Pastelaria Bénard: una de las más antiguas de la capital portuguesa. Te recomiendo probar sus croissants recién horneados con mermelada de frambuesa. (Rua Garrett 104)
- A Vida Portuguesa: una tienda con mucho encanto que ocupa la antigua fábrica de perfumes David & David. Venden pastillas de jabón natural, objetos de decoración, juguetes y otras mercancías con un toque vintage. (Rua Anchieta 11)
- Convento do Carmo: las ruinas de una iglesia gótica que pertenecía a la Orden de los Carmelitas. Completamente devastado por el terremoto de 1755, se ha quedado como testigo de las devastaciones del seísmo. (Largo do Carmo)
- Librería Bertrand: la más antigua de Lisboa. Cuenta con una extensa selección de obras de escritores portugueses y traducciones a otros idiomas, español incluido. (Rua Garrett 73)
- Igreja do Loreto: la iglesia de los italianos. Fue construida bajo petición de la comunidad de mercaderes venecianos y genoveses. (Largo do Chiado)