10 cosas que ver y hacer en Lisboa en enero
Si has elegido Lisboa como tu primer destino del año, he preparado para ti una lista con los mejores planes para conocer la ciudad y vivir un comienzo de año único.
¿Estás planificando el primer viaje del año y la ciudad elegida ha sido Lisboa? Haces bien. La capital portuguesa goza de suaves temperaturas durante todo el año y, aunque en enero haga algo más de frío y llueva, es un mes en el que aprovechar el final de las Navidades y la llegada de los Reyes Magos.
Sin duda, una de las grandes ventajas de ir a Lisboa en enero es que hay mucha menos gente, por lo que podrás disfrutar de los museos y del viaje en general con más tranquilidad. Quizá pases algo de frío, pero no tienes porqué preocuparte; he encontrado muchas alternativas para conocer Lisboa desde el calor de la tradición.
1. Celebra Año Nuevo en Lisboa
Como en cualquier otro lugar, el 1 de enero toca celebrar el Año Nuevo en Lisboa. ¿Cómo? En alguna de las fiestas que se organizan durante la madrugada del día 1 tras brindar con champán en la Plaza del Comercio y ver los fuegos artificiales sobre el río Tajo. Mi consejo es que prepares tus mejores galas y te acerques a los diferentes conciertos que se dan por la ciudad, donde también encontrarás puestos para tomar unos chupitos o unas copas.
Normalmente creemos que las fiestas de Año Nuevo son caras, pero en Lisboa te sorprenderá ver que muchos de los conciertos y fiestas son gratuitas. Eso sí, quizá pases algo de frío ya que se celebran al aire libre. A pesar de ello, no puedes perder esta ocasión para disfrutar de la la noche lisboeta y dar la bienvenida al año nuevo en sus calles llenas de música, bailes y diversión.
Una vez sea ya de día y hayas podido descansar un poco, recuerda que es un día festivo y de carácter familiar, por lo que los lisboetas estarán en sus hogares celebrando con sus seres queridos. Como habrá muchos sitios cerrados, te recomiendo reservar algún sitio para comer con tiempo o aprovechar la tranquilidad de la ciudad para pasear por ella.
2. Escucha las Janeiras de la Noche de Reyes
¿Sabías que en Portugal también vienen los Reyes Magos la noche del 5 de enero? Aunque esta celebración cada vez es más hogareña y no suele haber desfiles o grandes eventos, es muy común que grupos se reúnan para cantar janeiras, los villancicos tradicionales. Si estás en Lisboa esa noche, acércate a alguno de estos conciertos para escuchar las bonitas melodías acompañadas de cavaquinhos, un instrumento parecido al ukelele.
Antiguamente la tradición estaba más arraigada; eran grupos formados por profesionales de un mismo oficio o barrio los que se dedicaban a ir de casa en casa cantando estas coplas y pidiendo un aguinaldo durante los primeros días de enero.
En la actualidad cada vez quedan menos grupos y ya no recorren las casas, pero en Lisboa es muy común que se organice un concierto en el Palacio de Belem, ya que no se quiere perder del todo la tradición de cantar las janeiras, cuyas letras hacen referencia específicamente al Día de Reyes.
3. Prueba el bolo rei del Día de Reyes
Cuando los lisboetas se despiertan el 6 de enero lo primero que hacen es abrir los regalos que les han dejado los Reyes, pero después toca el momento de saborear un trozo de rico bolo rei, que se asemeja al tradicional roscón de reyes español. La diferencia es que el pastel portugues es más duro y no tan esponjoso. Si te apetece probarlo puedes comprarlo en alguna de las muchas pastelerías de la ciudad.
Aunque la receta del bolo rei parece originaria de Francia, 1869 es el año en el que este postre aparece por primera vez en Lisboa. Está elaborado con pasas y frutos secos, pero también con Oporto, así que notarás una ligera (y rica) diferencia con nuestro roscón de reyes.
Mi recomendación es que reserves con antelación tu bolo rei, ya que el 6 de enero las pastelerías solo abren para repartir encargos y, además, suele haber mucha demanda de estos pasteles, ¡no querrás quedarte sin uno!
4. Aprovecha los últimos días de los mercadillos navideños
En enero aún quedan algunos resquicios de las fiestas navideñas en Lisboa, como las luces y mercados navideños. Puedes aprovechar para pasear por ellos o hacer alguna compra y llevar un bonito detalle del viaje a la familia. Además, como están a punto de cerrar, es posible que haya algún descuento.
Sin duda, el mercado de Navidad por excelencia de Lisboa es Wonderland, que más bien es un poblado navideño en toda regla. En enero sigue abierto, al menos los primeros días, así que no pierdas la oportunidad de ir a verlo antes de que desaparezca hasta el año siguiente. En Wonderland encontrarás muchas casetas de madera en las que comprar adornos, objetos artesanales, ropa o, como no, dulces y comida típica de Lisboa.
Por otro lado, también tendrás la ocasión de patinar en su pista de hielo, algo que te recomiendo especialmente si viajas con niños a Lisboa, ¡les encanta!
5. Visita los museos de Lisboa sin aglomeraciones
Ir a Lisboa en enero tiene una gran ventaja: poder visitar los museos sin tanta gente. Al ser temporada baja, no te encontrarás con tantos turistas tratando de entrar a las mismas horas que tú o poniéndose delante de la obra de arte que quieres ver. Lisboa es una ciudad muy artística y para todos los gustos, por lo que cuenta con diferentes museos según períodos históricos o estilos. ¿Te hago mis recomendaciones?
Museo Calouste Gulbenkian
Para mí, el Calouste Gulbenkian es uno de los mejores museos de Lisboa, y seguro que tú piensas lo mismo cuando entres y contemples la cantidad de arte e historia que hay allí dentro. En realidad son dos grandes colecciones: una más antigua y otra más moderna.
La colección antigua cuenta con objetos egipcios pero también obras de Rembrandt o Rubens. La moderna sin embargo recoge piezas de artistas portugueses actuales, por lo que si quieres conocer la cultura más contemporánea del país debes acudir a este museo.
Museo Nacional de Arte Antiguo
Si no tienes mucho tiempo, este museo es una buena opción, ya que es pequeño pero está lleno de piezas interesantes. Destacan sobre todo sus pinturas, principalmente de artistas portugueses pero también algunos internacionales.
Otras colecciones que también llamaron mucho mi atención fueron las de carácter más decorativo, como orfebrería o textiles.
Museo del Fado
¿No has oído nunca Fado? Eso hay que cambiarlo, pero no solo yendo a un concierto de fado sino visitando el museo que hay en Lisboa dedicado a este estilo de música tradicional. El Fado es un canto triste y melancólico, pero oírlo es muy bello.
6. Entra en calor con una cata de vino
Habrá muchos remedios para el frío, pero uno de los mejores sin duda es el buen vino ¿no crees? Para esos días de invierno que enero trae a Lisboa, en los que las normalmente suaves temperaturas bajan un poco, mi consejo es que reserves una cata de vino por Lisboa o alrededores y entres rápidamente en calor.
Lisboa, y Portugal en general, es conocida por ser una de las ciudades con mejor vino del mundo, así que no puedes desperdiciar la ocasión de realizar una cata. Te aseguro que su intenso sabor te sorprenderá y también su precio, ya que normalmente la exportación de estos vinos trae consigo un precio mucho más elevado del que tienen en Portugal.
Además, las catas de vino en Lisboa normalmente incluyen vinos de bodegas más familiares y no tan industriales, por lo que son más exclusivas y te permitirán conocer mejor la cultura (y el sabor) de este país.
7. Huye del frío con un café y una pasta de Belem recién hecha
Da igual el momento, tomarse un café con Pastéis de Belem siempre es un buen plan si estás en Lisboa. Sin embargo, las noches de enero hacen que sea aún más apetecible. Ten en cuenta que, si viajas en estas fechas, la tarde llegará oscura a eso de las 18h, justo a la hora de la merienda y cuando el cansancio y el frío empiezan a hacer mella tras todo el día paseando por Lisboa.
Seguro que has oído hablar de las pastas de Belem, muy tradicionales en Lisboa desde el siglo XIX. Elaborados a base de nata, estos pasteles tienen una receta secreta (de hecho, los pasteleros tienen que firmar un acuerdo de confidencialidad) y son especialmente famosos los del barrio de Belem, en la ribera del Tajo.
La verdad es que no se me ocurre mejor plan que dejar que un pastelito de Belem recién hecho caliente tu estómago mientras observas el Tajo.
8. Haz fotos espectaculares en los miradores de Alfama
Si viajas a la capital portuguesa en enero puede que no necesites levantarte tan temprano para evitar la muchedumbre en los miradores. ¿Por qué? Porque no hay tantos turistas y, en consecuencia, los mejores miradores de la ciudad están más vacíos, esperándote para hacer fotos.
Conocida como la ciudad de las siete colinas, Lisboa es una ciudad de cuestas que ascienden hacia puntos altos, desde donde las vistas (y las fotos) son magníficas.
Aprovechando que enero es temporada baja, te recomiendo llevar tu cámara a algunos de sus miradores, especialmente los del barrio de Alfama, y capturar las perspectivas. Mis favoritos sin duda son:
- El mirador de Portas do Sol: desde donde tendrás unas vistas increíbles del amanecer.
- El de Santa Luzia: la panorámica también es perfecta para una foto, aunque también te recomiendo pararte entre los puestos de artistas callejeros que allí se reúnen.
9. Recorre la ciudad a resguardo de la lluvia de enero
La previsión indica que, de media, en Lisboa llueve la mitad del mes de enero. Aunque para mí la ciudad se conoce mejor caminando por sus calles, entiendo que bajo un chaparrón puede resultar complicado. Como en enero es bastante probable que te veas en esta situación, te recomiendo reservar una plaza en el autobús turístico de Lisboa (u otro medio de transporte) para que puedas moverte entre los lugares más importantes de Lisboa sin calarte hasta los huesos.
Está claro que el autobús es siempre la opción más asequible, ya que por aproximadamente 20€ puedes recorrer la ciudad y, como añadido, escuchar las explicaciones de un guía. No obstante, en Lisboa hay otras opciones de transporte como su histórico tranvía, que te mantendrá a cubierto mientras subes y bajas las colinas.
10. Haz tus compras en las rebajas de enero
Seguro que alguna vez has escuchado eso de que Lisboa es una muy buena ciudad para comprar telas o toallas. No sé si justamente necesitarás eso, pero si quieres darte el capricho de organizar una sesión de compras durante tu visita a Lisboa en enero, tienes que aprovechar las rebajas que empiezan con el año.
Por lo general, las rebajas de invierno son bastante buenas y encontrarás gangas, incluídas en marcas de lujo. Si eso es lo que estás buscando, te recomiendo ir al centro de Lisboa y, en concreto, a la Avenida da Liberdade, donde encontrarás marcas como Gucci o Chanel.
Si tu presupuesto es más ajustado, acude a barrios más tradicionales con tiendas más pequeñas, como Chiado. Es una manera de apoyar el comercio local y también de encontrar alguna prenda u objeto especial que te sirva como recuerdo de tu viaje a Lisboa. Otra alternativa es hacer una escapada a los alrededores de la ciudad e ir a algún outlet.
La temperatura en Lisboa durante el mes de enero
Lisboa es una ciudad famosa por sus suaves temperaturas durante todo el año. Enero no es menos y, por lo general, no pasarás frío extremo (mínimas de aproximadamente 5ºC). Sin embargo, tienes que saber que las temperaturas bajan este mes con respecto a las de verano o primavera, que es cuando la mayoría de gente viaja a Lisboa.
Más allá de la disminución del termómetro, que tampoco es problemática, lo que sí debes tener en cuenta es que llueve bastante, alrededor de la mitad del mes. Para que no te sorprendan las inclemencias del tiempo, lleva un chubasquero en la maleta y algo de ropa de abrigo.
Los precios de Lisboa en enero
Si vas a ir a Lisboa en enero y no tienes un gran presupuesto, no te preocupes. Este mes es temporada baja, justo después de las Navidades y antes de que llegue el buen tiempo, así que los precios de los alojamientos y los vuelos son bastante baratos (por aproximadamente 40€ puedes conseguir billetes de ida y vuelta).
Lo bueno es que los precios se mantienen accesibles durante todo el mes, incluso si buscas transportes u hotel en el último momento, algo que en otras ciudades implica no encontrar sitio o tener que pagar mucho por él. Por otro lado, los restaurantes y negocios de la ciudad también suelen abaratar los precios en esta época, ofreciendo menús más asequibles.