Más acerca de: Tarjetas turísticas de Lisboa
Lisboa es una ciudad con mucho que ver y mucho que hacer. Pero no siempre tendrás la suerte de tener varios días para visitarla. Si tan solo dispones de 24 horas para conocer la capital portuguesa, no te preocupes. Si te organizas bien puedes visitar los monumentos más importantes en tan solo un día.
Con este itinerario pensado para aprovechar al máximo tu visita conocerás el centro histórico de la ciudad y el barrio de Belém en pocas horas. En estas dos zonas se concentran la mayoría de los lugares imprescindibles de Lisboa e incluso te dará para disfrutar de algunas de las tradiciones del país.
Empieza el día con las mejores vistas: El mirador de Portas do Sol, en Alfama
Lisboa es conocida como "la ciudad de las siete colinas". Y es que la propia ciudad crece en torno a ellas. Gracias a esta orografía tenemos la posibilidad de contemplar varias panorámicas de toda la urbe. La mejor vista, en mi opinión, es la que nos ofrece el Mirador de Portas do Sol. Puedes conocer todos los detalles con un tour por el barrio Alfama.
Este mirador nos regala unas preciosas vistas de la parte antigua de la ciudad con el río Tajo de fondo y es el mejor lugar para comenzar la jornada. Cerca de este punto hay varias terrazas donde tomar un buen desayuno mientras disfrutamos de las vistas y cargamos las pilas para comenzar el día. Muy cerca del mismo tenemos también el Mirador de Santa Lucía.
Otra forma de conocer lo fundamental de Lisboa es con un tour guiado, alguno de ellos te ofrecen las mejores cosas que ver y hacer en el centro de la ciudad. Eso sí, ten en cuenta los tiempos y comprueba antes el recorrido de cada uno para no perderte nada.
Pasea por el histórico barrio de Alfama
Tanto el Mirador de Portas do Sol como el de Santa Lucía se encuentran en Alfama, un barrio que crece al este de Lisboa en las laderas de la colina bajo el Castillo de San Jorge, y pasear por sus calles es un plan imprescindible en la capital portuguesa. Si no quieres perderte detalle, tienes la opción de reservar un tour guiado por el barrio de Alfama.
Deléitate con la arquitectura y admira algunos de sus monumentos como el Castillo de San Jorge o el Panteón Nacional. Por desgracia, al disponer solo de 24 horas, no nos detendremos a visitar por dentro estos dos lugares y muchos otros. Pero las vistas exteriores y el paseo son suficientemente atractivos para disfrutar de la zona.
Admira la Catedral de Lisboa
De todos los monumentos que hay en el barrio de Alfama, hay uno que destaca por encima del resto y que si merece que nos detengamos a visitarlo con algo más de calma. Se trata de la Catedral de Lisboa, conocida como la Catedral de Sé.
Es uno de los edificios más antiguos de Lisboa, ya que es uno de los pocos que ha sobrevivido a los numerosos terremotos e incendios que han asolado la ciudad a lo largo de su historia. De estilo románico, acoge los restos del patrón de Lisboa, San Vicente, además de un precioso claustro y un tesoro de gran valor. Se puede visitar de manera gratuita y pagando un extra de 2,5€ podemos añadir a la visita el claustro y el tesoro.
Una forma divertida de ir a conocer la Catedral es con un tour express en tuk tuk por Lisboa. Una de sus paradas es en este lugar, donde el guía te contará, en español, lo más importante de su historia.
Sube al Elevador de Santa Justa y conoce Rua Augusta
Después de visitar la Catedral nos dirigiremos al centro histórico de Lisboa. Aquí hay mucho que ver, pero priorizaremos uno de los puntos más famosos de la ciudad, el Elevador de Santa Justa. Situado en la calle con el mismo nombre, a unos 20 minutos de la Catedral, este particular ascensor une los barrios de la Baixa Pombalina y el Chiado. Mide 45 metros de alto, lo que nos permite también tener buenas vistas del centro de Lisboa.
Si vamos bien de tiempo, cerca de este punto encontramos las ruinas del Convento do Carmo y la Plaza de Pedro IV, dos lugares que merece la pena visitar, pero solo si el reloj nos lo permite.
Después de visitar el Elevador de Santa Justa toca conocer la calle más famosa de Lisboa. La Rua Augusta es la arteria principal del barrio de Baixa en pleno corazón de Lisboa. Es una larga calle peatonal que alberga un sin fin de comercios y restaurantes.
Recorre la Plaza del Comercio
A la histórica Plaza del Comercio accedemos a través del Arco de la Rua Augusta y llegamos a una extensión coronada en su centro por la estatua ecuestre de José I y que desemboca directamente a orillas del río Tajo. Una parada clave si reservas un tour por Lisboa.
Aquí podemos subir al Mirador del Arco y contemplar su arquitectura, fotografiar la estatua ecuestre de José I y acercarnos al embarcadero de Cais das Colunas en la misma orilla del Tajo.
Esta plaza es, además, un punto neurálgico para el transporte, tanto marítimo como el tranvía, que pasa con mucha frecuencia y que usaremos para acercarnos a otra zona que visitaremos por la tarde.
Haz una parada para comer
Si la mañana ha transcurrido sin imprevistos coincidirá tu llegada a la Plaza del Comercio a mediodía y es momento de hacer una parada para comer. En este punto tendremos dos opciones:
- Buscar un restaurante en los alrededores de la plaza.
- Coger un tranvía turístico que nos lleve hasta el barrio de Belém y comer allí.
- Hacer un tour gastronómico en Lisboa para conocer los productos locales y aprovechar al 100% el almuerzo.
Mi consejo es primero comer en algún restaurante cercano a la plaza para reponer fuerza y luego coger un tranvía hasta el barrio de Belém a tiempo para el postre. El trayecto desde la Plaza del Comercio hasta Belém son 20 minutos y, una vez allí, podemos buscar una pastelería para degustar los típicos pasteles de Belém junto a un café.
Cabe destacar que Lisboa es una ciudad con una fuerte tradición gastronómica. Hay infinidad de tours gastronómicos en Lisboa y catas de vinos que se pueden hacer por toda la capital portuguesa.
Visita el Barrio de Belém
Hay mucho que ver y hacer en este barrio de Lisboa. Por ello, y para que no se te escape nada, te recomiendo que reserves un tour por el barrio de Belém. Te aseguro que no te decepcionará.
Para llegar al barrio de Belém desde la Plaza del Comercio solo tenemos que coger el tranvía de la línea 15. El trayecto dura apenas 20 minutos. Técnicamente, Belém no es un barrio de Lisboa, sino que es una ciudad que sé acabó anexionado a la capital. Es, por ello, que se encuentra a unos 7 kilómetros del centro, pero alberga muchos de los lugares más importantes de Lisboa.
El Monasterio de los Jerónimos o la Torre de Belém, dos de los símbolos más representativos de Lisboa se encuentran en esta zona. Esta zona fue una de las menos afectadas por el terremoto de 1755 que afectó gravemente a muchas partes de la ciudad y, por ello, conserva mejor sus monumentos. Su origen se remonta al siglo XVI, coincidiendo con la era de los conquistadores, lo que condiciona mucho el carácter de sus edificios.
Descubre un edificio patrimonio de la humanidad: El Monasterio de los Jerónimos
Lisboa es una ciudad con mucho que ver y mucho que hacer. y visitar el Monasterio de los Jerónimos en el barrio de Belém es un plan primordial. Para que puedas aprovechar el día al máximo, te recomiendo que reserves tus entradas con anterioridad.
Este edificio nació fruto de la edad dorada de los grandes exploradores quienes trajeron numerosas riquezas a la capital portuguesa y edificaron el monasterio como signo de grandeza. Tal fue la inversión que tardaron más de 100 años en construirlo. Su fachada, el interior de la iglesia o su claustro son lo más destacado de este conjunto Patrimonio de la Humanidad desde 1983.
No solo es el monumento más visitado de Lisboa, sino que lo es de todo Portugal, por lo que te recomiendo hacerte con tus entradas anticipadas. Abre todos los días de la semana excepto los lunes. Es una visita obligada si viajas a Lisboa.
No te pierdas el Monumento a los Descubrimientos
Saliendo del Monasterio de los Jerónimos y muy cerca pegado a la costa del Tajo se encuentra el Monumento Padrão dos Descobrimentos o el Monumento a los Descubrimientos. Si quieres conocerlo en profundidad, no dudes en reservar un tour por el barrio de Belém
Esta espectacular construcción de 52 metros de altura se levantó en 1960 para conmemorar los 500 años de la muerte de Enrique el navegante y como homenaje a todos los aventureros y descubridores que marcaron la historia de Portugal.
El propio suelo donde se erige la construcción también es parte del conjunto, ya que en él está representado un mapamundi con los viajes y expediciones de los exploradores más famosos que partieron desde Portugal. Situado a orillas del Tajo, este monumento merece que nos detengamos unos minutos a contemplarlo antes de acercarnos a la última parada de nuestro itinerario.
Finaliza la jornada en la Torre de Belém
Para acabar nuestro día por Lisboa visitaremos otro de los principales símbolos de la ciudad, la Torre de Belém. Pese a su aparente simpleza, este pequeño fuerte fue también declarado Patrimonio de la Humanidad. Es contemporáneo del Monasterio de los Jerónimos y se edificó por encargo del Rey Manuel I para hacer las funciones de fuerte y faro.
Aunque de primeras no impone demasiado por sus dimensiones, su encanto está en su forma y en los pequeños detalles. Es cuando nos fijamos en su decoración cuando apreciamos el encanto de la torre. Si nos sobra el tiempo, podemos entrar para disfrutar de las vistas al Tajo y del barrio de Belém.
Para ello, no te olvides de reservar tus entradas para la Torre de Belém con anterioridad para que aproveches al máximo el día y la visita. Este es el punto ideal para acabar nuestra visita de un día a Lisboa.
Consejos para visitar Lisboa en un día
Para optimizar al máximo tu visita de 24 horas a Lisboa te dejo estos consejos que pueden serte de utilidad:
- Gran parte del itinerario se hace a pie por calles empedradas y empinadas por lo que elegir un buen calzado es de vital importancia.
- Que no se te peguen las sábanas. En este escenario lo mejor es empezar la jornada con las primeras luces del día. Ya que así las vistas desde los miradores del barrio de Alfama son más bonitas y tendremos menos dificultades para encontrar un buen sitio en una terraza para desayunar.
- Lisboa es una ciudad con mucha tradición gastronómica. Para comer cerca de la plaza del Comercio tienes buenos restaurantes calidad-precio, también en las calles entre el Elevador de Santa Justa y la Plaza del Comercio. Da Prata 52 o el Paludarium son dos buenos sitios.
- Deja hueco para el postre y cuando visites el barrio de Belém no puedes dejar de probar los pasteles tradicionales de Belém. Son tartaletas de crema que puedes disfrutar en cualquier cafetería, pero las mejores se encuentran en las inmediaciones del Monasterio de los Jerónimos.
- Entre los monumentos más visitados de todo Portugal, se encuentra el Monasterio de los Jerónimos, reserva tus entradas con antelación.
- Para ir desde la Plaza del Comercio hasta el barrio de Belém lo mejor es reservar el tranvía. Pero también se puede reservar un crucero que recorra la costa por el Tajo y es una buena opción si quieres relajarte.