Mejor época para viajar a Praga
Descubre los puntos fuertes y débiles de cada temporada y prepárate a unas vacaciones sorprendentes
Praga es una ciudad encantadora y merece la pena visitarla en cualquier época del año. Su magnífica arquitectura ha cautivado a miles de turistas que a menudo repiten sus vacaciones en la capital checa. Si no has estado nunca, ha llegado el momento de descubrir sus encantos...
¿Cuál es la mejor época para viajar a Praga?
Si estás pensando visitar la capital de la República Checa, te recomiendo elegir el final de la primavera o el principio del otoño. Disfrutarás de más horas de luz y podrás visitar los monumentos con una temperatura agradable. En cuanto a los precios, septiembre y octubre son los mejores meses: encontrará menos turistas y billetes de avión y alojamiento más asequibles.
Visitar Praga en primavera, una opción más que recomendable
En primavera, Praga vuelve a la vida: los cerezos en flor adornan las calles y los jardines de cerveza acogen a un gran número de turistas y lugareños. Si marzo no se libra de las largas garras del invierno (a veces puede nevar), todo cambia en los dos meses siguientes. En abril, los vientos que soplan del oeste mantienen los cielos despejados y las temperaturas oscilan entre 5° y 15°. En mayo, la temperatura máxima puede alcanzar los 25° a excepción de tres días a mediados del mes (12, 13 y 14) que son conocidos como “los santos congelados” (ledoví muži). Como puedes intuir, las temperaturas vuelven a acercarse a los 0º.
En Praga, la amplitud térmica es bastante marcada. Por lo tanto, es útil refrescar el mantra de cualquier viaje: para evitar sorpresas es preferible vestirse por capas. En las horas centrales del día podrás llevar una sudadera (y a veces incluso una simple camiseta) pero deberás estar preparado por si tienes planeado salir por las noches o temprano por la mañana.
¿Qué hacer en Praga en primavera?
En esta época del año se celebran las principales fiestas de la ciudad (a excepción de la Navidad) y eventos de renombre internacional. Sigue leyendo, hemos redactado un pequeño listado con las más importantes:
- 1 de mayo. En todo el mundo, esta fecha es sinónimo del día de los trabajadores. Sin embargo, en República Checa se celebra también el amor. El primer día de mayo es el San Valentín local. Las parejas suelen acudir a la colina Petřín para darse un beso cerca de la estatua del poeta Karel Hynek Mácha, el autor del poema “Máj” (mayo) que es considerado un clásico del romanticismo checo.
- 8 de mayo, el día de la liberación del país del fascismo. En esta fecha se conmemora la victoria de los aliados contra las fuerzas del eje en la Segunda Guerra Mundial. En esta ocasión, el presidente y el primer ministro acuden al Monumento Nacional de la colina Vitkov para depositar coronas de flores y guardar un minuto de silencio. Si te encuentras en la ciudad, podrás ver un desfile por la calles del centro, participar en un concierto al aire libre y disfrutar de un espectáculo de fuegos artificiales.
- El Festival de los vinos rosados tiene lugar el mes de mayo. Los productores presentan sus vinos en lugares emblemáticos tales como el Castillo de Praga, la elegante Villa Richter o el viñedo de San Wenceslao. Si quieres saber más , te recomiendo consultar la web oficial del evento.
- El Maratón de Praga, una competición deportiva que se celebra cada mes de mayo. La carrera empieza y termina en Plaza de la Ciudad Vieja (Staroměstské náměstí) y tiene una longitud total de 26 millas.
- Fringe Festival, un evento que anima el barrio de Malá Strana desde el 2002. Es una mezcla de teatro, comedia, música, danza y storytelling que se celebra en mayo. Como puedes ver, éste es el mes más animado de la capital checa.
La llegada de la primavera coincide con la apertura de jardines y castillos.
Otoño: la estación que otorga un toque mágico a la capital checa
En otoño, las temperaturas suelen ser agradables, sobre todo en septiembre que se beneficia de los últimos rayos de sol del verano. El clima cambia drásticamente en octubre mientras que las primeras nevadas suelen ocurrir en noviembre. Aún así, es la época ideal para visitar la capital de la República Checa. Praga en otoño es magnífica: los bosques se tiñen de rojo, naranja y oro y la luz difuminada contribuye a crear una atmósfera embrujada.
Si has comprado un billete para estas fechas, asegúrate de llevar ropa cálida y cómoda. Caminarás bastante y verás unos espectaculares lugares al aire libre. Por lo tanto, es recomendable poner en la maleta unas zapatillas deportivas o por lo menos con una buena suela. Complementa tu outfit con un gorro invernal y una bufanda, sobre todo si tienes previsto ir en noviembre.
¿Qué hacer en Praga en otoño?
- El 28 de septiembre se celebra una figura muy importante para los habitantes de Praga: San Wenceslao. Sus restos se hallan en la Catedral de San Vito y el único viñedo en la ciudad lleva su nombre. En este mismo lugar podrás degustar un copa de vino cosechada en esta misma ladera. Ten cuidado, en esta fecha algunas tiendas podrían estar cerradas. Para más info, puedes consultar el post 10 cosas que ver en Praga en septiembre.
- La independencia de Checoslovaquia fue declarada en la Plaza de Wenceslao el 28 de octubre de 1918. Aunque en la actualidad este estado haya dejado de existir, el 28 de octubre sigue siendo fiesta nacional. El Museo Nacional (Národní muzeum) y la Galería Nacional (Národní galerie Praha) suelen estar abiertos pero la buena noticia es otra: no deberás pagar para acceder.
- 17 de noviembre, una fecha que se ha quedado esculpida en la historia reciente de República Checa. En este mismo día se celebran dos sucesos trágicos: una manifestación estudiantil contra la ocupación nazi que acabó con la muerte de un estudiante llamado Jan Opletal (1939) y una segunda manifestación estudiantil para homenajear a Jan Opletal y que dio origen a la Revolución de terciopelo. La gente suele acudir a la calle Národní para dejar unas velas. Si te encuentras en la ciudad, vale la pena acercarse. También en esta fecha, el Museo Nacional y la Galeria Nacional suelen tener entradas gratuitas.
Como decía al principio, el otoño es una estación mágica. Cuando los árboles se llenan de colores, lo mejor que puedes hacer es pasear por un parque y admirar el panorama. En Praga, te aconsejo visitar los siguientes:
- Parque Letná (Letenské sady), un área verde en un promontorio a orillas del río. Normalmente, cierra a finales de septiembre, pero si el clima es bueno puede permanecer abierto hasta más tarde.
- Colina de Petřín, un punto elevado que domina la ciudad. Desde su mirador de Petřín (una versión en miniatura de la Torre Eiffel) se goza de una vista panorámica de 360°. Si te interesan los belvederes, te aconsejo leer el artículo sobre las mejores vistas de Praga
- Vyšehrad, el primer castillo de la ciudad. La fortaleza está rodeada por una exuberante naturaleza.
- Nový svět, un barrio diminuto y alejado de las rutas turísticas tradicionales. En este rincón de Praga, los árboles se entremezclan con los tejados rojizos de las casas.
4. ¿Praga en verano? No lo dudes ni un minuto...
En los meses más cálidos, miles de personas se dan cita en la capital checa para disfrutar de su ambiente festivo. Praga en verano no tiene un clima extremo y durante esta época no se alcanzan las temperaturas tórridas que se sufren en España. El clima es templado o agradablemente caluroso: las temperaturas diurnas fluctúan alrededor de los 22º en junio mientras que alcanzan los 24/25° en julio y agosto. Es posible que llueva pero, de costumbre, las tormentas son breves y en pocos minutos vuelve a salir el sol.
En esta época del año puedes viajar ligero ya que te bastará poner en la maleta unas camisas/camisetas para las horas diurnas y una sudadera/chaqueta primaveral para las noches. Lo que no puedes olvidar es un paraguas pequeño o un chubasquero para que la lluvia no te pille desprevenido. También es recomendable poner en la mochila un sombrero, gafas de sol y protección solar.
¿Qué hacer en Praga en verano?
- 5 de julio, el día de los santos Cirilo y Metodio es la fiesta nacional de la República Checa. Los dos eran hermanos y llegaron al país en el 863 bajo invitación del príncipe Rostislav. El objetivo del noble era difundir el Evangelio en el país. Para realizar esta tarea, Cirilo y Metodio crearon el alfabeto cirílico y tradujeron tanto la Biblia como los libros litúrgicos. Para la ocasión, la capital checa se anima con eventos en la calle y festival al aire libre.
- La noche de los museos. Como en la película de Ben Stiller, tienes la oportunidad de pasar la noche visitando las joyas de Praga. Galerías, museos e instituciones culturales abren sus puertas de 19:00 a 1:00 (aproximadamente). La fecha varía según los años pero siempre se celebra durante el verano.
- Prague Folklore Days, un evento que anima la ciudad bohemia desde 2008. Este festival es el más importante de la Europa central y puede contar con grupos de danza folclórica provenientes de 20 países. De costumbre se celebra en julio. Si quieres tener más info, te recomiendo echar un vistazo a su web oficial.
- En los meses cálidos puedes optar por una película al aire libre. Los cine de verano están diseminados por la capital y son una opción original para pasar una noche diferente.
- En agosto se celebra el Festival internacional de teatro y circo contemporáneo Letní Letná, una kermesse que trabaja para desarrollar y promover la escena circense contemporánea. Si te gusta la idea, puedes asistir a sus exhibiciones adquiriendo las entradas en su web oficial.
- Si el calor no da tregua, puedes refrescarte en las piscinas al aire libre. Te recomiendo probar las albercas Petynka (Otevřená 1072/4), Podolí (Podolská 74) y Divoká Šárka (Divoká Šárka 8/2).
Además de las atracciones de la ciudad, puedes escoger un day trip en la naturaleza. A escasos kilómetros de la capital de Bohemia se halla el Geopark Bohemian Paradise, un área protegida y salpicada de sitios paleontológicos, arqueológicos y mineralógicos. Si no te apetece caminar, una alternativa más que válida es una excursión de un día a Karlovy Vary, la ciudad balneario más famosa del país.
5. Invierno en Praga, una buena alternativa para los amantes de la nieve
No nos vamos a engañar: el invierno en Praga es frío y a menudo se alcanzan temperaturas negativas. Sin embargo, muchos turistas eligen visitar Praga en estas fechas con la esperanza de verla cubierta por una capa de nieve. Además, los mercadillos navideños son un reclamo irresistible y te aseguro que vale la pena abrigarse un poco más para disfrutar de la mágica atmósfera del invierno. Si quieres saber más sobre este tema, te recomiendo leer el post 10 cosas que ver y hacer en Praga en Navidad
Con la llegada del frío, puedes dedicarte a catar los platos tradicionales checos. Goulash, svíčková (estofado de ternera con dumplings) y el codillo de cerdo son solo algunos de los manjares que puedes degustar en los restaurantes de la ciudad. Tal vez acompañados por una copa de vino tinto de Moravia. El post sobre la gastronomía checa te dará algunas ideas interesantes.
¿Qué hacer en Praga en invierno?
- Si visitas Praga en diciembre o hasta el 6 de enero, verás los típicos mercadillos navideños. El principal se encuentra en la céntrica Plaza de la Ciudad Vieja pero no es el único. También hay unos puestos cerca del castillo y en Plaza Wenceslao. Aprovecha de la ocasión para pasear sin prisa calentándote con un poco de vino caliente y un trdlo, un masa dulce recubierta de azúcar.
- El 6 de diciembre es San Nicolás (Mikuláš). Por la tarde, el santo acompañado por un ángel y un demonio llegan a la Plaza de la Ciudad Vieja seguidos por los niños. San Nicolás les pregunta si han sido buenos durante el año, los peques contestan que sí y recitan una pequeña poesía. Al acabar, son recompensados con un pequeño regalo o un dulce.
- Los mercadillos navideños son complementados por una atracción que va a gustar a tus peques: unos pequeños establos con ovejas, cabras y burros. También en este caso, el más bonito se encuentra en la Plaza de la Ciudad Vieja. Si viajas con tus hijos, te recomiendo leer el post 10 cosas que hacer y ver en Praga con niños.
- En diciembre, algunas iglesias y salas de conciertos del casco viejo hospedan unos conciertos de música clásica.
- El 1 de enero, la capital checa solía celebrar la llegada del año nuevo con unos fuegos artificiales. Lamentablemente, los petardos molestaban a los pájaros, razón por la cual han sido remplazado por el videomapping, una técnica visual que consiste en proyectar imágenes sobre superficies reales (techos, paredes, cúpulas, etc.) generando efectos de movimiento o 3D. Para más info, puedes consultar el artículo 10 cosas que ver en Praga en enero.
- Last but not least, no podía faltar un clásico del invierno: el patinaje sobre hielo. En Praga, las pistas se hallan en Ovocný trh (casco viejo) y debajo de la Torre televisiva de Žižkov. En ambos casos, podrás alquilar el equipamiento in situ.
¿Adoras los deportes de invierno? República Checa cuenta con unas bonitas montañas que cada año se tiñen de blanco. A dos horas (o menos) de la capital hay unas estaciones invernales que atraen cada año a miles de turistas. Las principales son Moninec (en el sur), Jested y Špindlerův Mlýn (en el norte). Una alternativa más relajante puede ser una sauna para eliminar toxinas y recuperar energías. La más pintoresca se llama Lázně na Lodi y su particularidad es que se ubica en un barco anclado a orillas del Moldava (Rašínovo nábř. 120).